El Gobierno del expresidente Alberto Fabra ha dejado al nuevo Consell una deuda con la Agencia Tributaria que supera los 400 millones de euros, derivada del impago de las retenciones en concepto de IRPF practicadas en las nóminas de los funcionarios, «con las que el anterior Ejecutivo valenciano se estuvo financiando».

Así lo explicó ayer el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, quien indicó que, tal como se desprende de la Cuenta General de 2014, a 31 de diciembre pasado el Consell de Fabra mantenía impagados con la Agencia Tributaria (AEAT) por 951 millones, que se sumaban a otros 167 de las cuotas sociales de la Seguridad Social. En total, más de 1.100 millones pendientes de abono a la AEAT, según la Generalitat.

El conseller ha señalado que esta situación se mantuvo en el primer semestre del ejercicio, de forma que «cuando el nuevo Consell salido de las urnas del 24M tomó las riendas de la Generalitat, se encontró con que tenía que hacer frente a una deuda de más de 400 millones».

Soler ha destacado que el «problema nació en 2012, cuando la Generalitat estuvo a punto de incurrir en 'default' y el Ejecutivo de Fabra optó, de forma sistemática, por quedarse el dinero de las retenciones por IRPF de las nóminas de los funcionarios y no pagar a la AEAT, al tiempo que se solicitó un aplazamiento para devolver estas cantidades».

El nuevo Consell ha tomado la decisión de abonar a la AEAT la deuda aunque ha reconocido que «debido al elevado volumen» todavía no está al día. Desde junio, según el Consell, la deuda se ha logrado reducir en 75,3 millones de euros.