La Diputación, convertida en el último gran bastión controlado por el PP, está dispuesta a seguir reivindicando su papel en el entramado institucionalreivindicando su papel . Frente al vacío de inversiones de la Generalitat para 2016 con una herencia que se traduce en unas cuentas en bancarrota, la corporación provincial tiene decidido inyectar fondos para elevar sus presupuestos de cooperación municipal con el objetivo de ganarse la confianza entre los alcaldes. Durante un encuentro con los contratistas de obra, el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, anunció su «voluntad» de aumentar «el capítulo de inversión en obra pública» durante el próximo ejercicio de 2016. «El presupuesto aún no está cerrado», apuntó Sánchez que, no obstante, avanzó que «habrá un importante incremento» incluso con «nuevas líneas de convocatoria para los municipios». Una iniciativa, zanjó el titular de la Diputación, que permitirá que «se generen empleos» y que las empresas «puedan optar a concursos».
Los balances de la institución provincial son positivos. Las diputaciones suelen gozar de liquidez y de buena salud financiera. El equipo de gobierno de César Sánchez aprovechará un buen pellizco del remanente de 2015 para dedicarlo casi en exclusiva a nutrir de fondos el plan de obras, el principal programa inversor que la Diputación gestiona todos los años. «Será un incremento notable», apuntaron desde la institución provincial. La Diputación está trabajando, en estos momentos y de cara a 2016, para «poner en marcha inversiones que mejoren la calidad de vida de las personas que viven en la provincia y que generen riqueza y empleo». Un objetivo, sugirió el presidente tras la reunión, para el que ha contado con las empresas del sector de obra pública con las que es «muy importante trabajar mano a mano» ya que, en su opinión, están «generando sinergias» con las administraciones. No en vano, César Sánchez destacó que la institución provincial tiene una «clara vocación inversora», en especial entre los pequeños municipios.
Para el próximo año habrá un «paquete importante de inversiones» y al respecto especificó que la Diputación tiene la intención de seguir trabajando en la mejora de los caminos rurales y de las carreteras de la provincia, además de continuar haciendo más infraestructuras. Cabe recordar, de hecho, que la corporación alicantina es la que tiene, entre sus competencias, una mayor red de carreteras en toda España con más de 1.000 kilómetros, muchos de ellos ubicados en zonas de montaña. El objetivo que se ha marcado la Diputación choca con los presupuestos de la Generalitat para 2016, que apenas incluyen inversiones locales y que dedican la mayor parte de los fondos del capítulo 6 a saldar deudas pendientes de la etapa de gobierno del PP.
Por su parte, el presidente de la Federación de Obra Pública, Javier Verdú, señaló que pretenden crear con la Diputación una «línea de comunicación» y, desde luego, «mantenerla» con contactos periódicos para saber «qué idea de inversiones» va a llevar durante el próximo ejercicio la Diputación, así como tratar «proyectos de futuro y sistemas de colaboración» entre ambos organismos.
