La Generalitat, en particular, y los alcaldes socialistas de la provincia, en general, aprovecharon ayer un acto del PSOE en Alicante para cargar contra el Gobierno central. El primero en disparar fue el jefe del Consell, Ximo Puig. Ahogado por las deudas del Ejecutivo y pendiente de recibir 1.400 millones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para afrontar pagos pendientes, Puig culpó directamente a Mariano Rajoy de los males que asolan las arcas autonómicas. «El dinero del FLA está siendo utilizado como un arma electoral. Y no hay derecho», zanjó el presidente.

A priori, el Ministerio de Hacienda debía haber repartido el pasado mes de julio los sobrantes de este mecanismo de rescate con el objetivo de que las comunidades autónomas pudiesen cubrir el déficit del pasado ejercicio. En la Comunidad Valenciana, el anterior Ejecutivo de Alberto Fabra se desvió en 1.400 millones sobre el objetivo marcado por Madrid y, por tanto, esos fueron los números rojos que tendría que haber cubierto el Gobierno.

Pero el color del Consell cambió tras las elecciones autonómicas -el PP perdió el Palau 20 años después- y en diciembre llega otra cita con las urnas. Esta vez, con comicios generales. «El dinero del FLA corresponde al déficit de un gobierno anterior, de 2014, y tenía que haber llegado en julio. A quien se castiga es a los ciudadanos que están sin cobrar, a los proveedores... Se está machacando a empresas valencianas», señaló Puig, a la vez que añadió: «Ese dinero no es de Rajoy, sino de todos los españoles. Es una cuestión de justicia, no se trata de una reivindicación victimista. Queremos que se rompa este modus operandi del Gobierno, porque parece que quiere utilizar este instrumento para dominar a los gobiernos autonómicos».

El jefe del Consell se postuló ayer en estos términos a las puertas de un conocido hotel de Alicante, donde los socialistas reunieron a sus alcaldes de la provincia, concejales y portavoces en la oposición para perfilar la estrategia de cara al 20-D. Tanto dentro como fuera de la sala, el mensaje que trasladó Puig fue idéntico. «Estamos en la segunda etapa del cambio y queremos que el próximo Gobierno atienda las reivindicaciones de las personas de la Comunidad. Necesitamos cambiar la consideración que ha tenido la Comunidad. Hemos visto que ha sido tratada como el patio trasero de los dirigentes del PP», reiteró.

Acompañado por el cabeza de lista del partido por Alicante para las elecciones, Julián López Milla, el presidente cargó también contra el candidato del PP por la provincia, José Manuel García-Margallo. «Hay algún candidato al que le queda muy lejos la Comunidad», comenzó diciendo, en clara alusión al ministro de Asuntos Exteriores. Y apostilló: «La Comunidad es acogedora. Parte de su política económica está basada en el turismo y está muy bien que mucha gente venga a hacer turismo, pero venir de veraneante no significa que se asuman las reivindicaciones y la representatividad de la provincia. La política del PP de situar a personas en función de su interés partidario nos debilita como Comunidad».

Como de costumbre, tanto Puig como Julián López y el resto de participantes en el acto hablaron largo y tendido de financiación. Recordaron que el actual modelo de reparto de fondos expiró el 1 de enero de 2014 y reiteraron que la Comunidad deja de ingresar todos los años alrededor de 1.000 millones de euros que le corresponderían en función de su población. «Rajoy solo viene a la Comunidad a intentar recolectar votos», insistió el líder del PSPV, en relación a la visita de ayer del presidente del Gobierno a Valencia. «Para el PP la Comunidad ha sido su corral trasero. Hacían lo que querían y han abusado de ella. Ahora se trata de que, como mínimo, se nos respete. Y estaría bien que dijera cómo va a financiar a la Comunidad y en qué plazo, si es elegido presidente. Y cuál va a ser la actitud del PP pase lo que pase en las elecciones», añadió.

López Milla, por su lado, emplazó al resto de fuerzas a sumarse a su propuesta sobre el nuevo modelo de financiación.