El pleno de las Cortes Valencianas ha rechazado, según informa Europa Press, con los votos en contra de PSPV, Compromís y Podemos y la abstención de Ciudadanos, una proposición no de ley presentada por el PP en la que pedía instar al Consell a continuar la tramitación de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) de Puerto Mediterráneo en Paterna "con la mayor celeridad posible" y a no poner en peligro la seguridad jurídica para evitar la fuga de inversiones, dado que "una paralización del proyecto no contribuiría a la generación de empleo y dinamización del conjunto del sector productivo".

El diputado del PP Alfredo Castelló ha comenzado su defensa de la iniciativa lamentando que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, "fuig" (huye) de las Cortes y también de "su responsabilidad en Puerto Mediterráneo" y ha resaltado que cualquier gobernante "estaría orgulloso" de que una ciudad de su territorio fuera elegida para acometer una inversión de 863 millones de euros y generar con ella 5.900 empleos directos, mientras aquí el Consell tiene "dudas". "Eso sólo pasa aquí, con el gobierno del Titanic", ha lamentado. Además, ha recordado que con el anterior Ejecutivo "se ponía alfombra roja a las empresas, se perseguían las inversiones", pero tras las elecciones esa alfombra "se ha quitado de un tirón y se ha quemado". Asimismo, Castelló se ha preguntado por qué Puig no puede apoyar "con toda su ilusión" proyectos que "son buenos para la Comunidad" y ha incidido: "¿Qué tipo de presidente tenemos los valencianos que no quiere lo mejor para la Comunidad? Es grave y triste". El diputado 'popular' ha subrayado que la empresa que promueve esta inversión haya tenido que salir en prensa y no pidiendo apoyo, sino simplemente "respeto", y ha apuntado que Puig ha dicho que "se hará lo que toque, le guste al Consell o no", con "esa ilusión y ese liderazgo que le caracteriza". "No sabemos si habla de Puerto Mediterráneo o del matadero de Morella", ha añadido.

Así, Castelló ha incidido que "cualquier gobernante" iría "como loco" tras un proyecto como este, pero en la Comunidad "fallan las personas". En este sentido, ha dicho que el presidente y a la vicepresidenta, Mònica Oltra, "se parecen más a Pimpinela" y los consellers de Economía, Rafael Climent, y de Hacienda, Vicent Soler, son "como Leoncio, el león, y Tristón", aduciendo que "les viene grande la Comunidad, están desbordados", para más tarde conminarles a que "se quiten la boina ya" porque así "solo asustan a los inversores". "¿Cuándo comenzarán a tener una mentalidad moderna, a quitarse los complejos de encima? ¿Cuánto tiempo e inversiones más van a perder?", ha preguntado, para advertir de que "si falla la seguridad jurídica y la confianza" a las empresas "todo se derribará como un castillo de naipes".

Compromís ha presentado una enmienda al texto, en la que se insta a seguir con la tramitación de esta ATE cumpliendo con los trámites establecidos, pero también estudiando las repercusiones que tendría sobre el empleo del comercio local y de otros centros comerciales, así como sobre el aumento del tráfico que supondría y, por tanto, el incremento de las emisiones de CO2. Asimismo, la enmienda defendía el cumplimiento del punto del Acord del Botànic referido al impulso de un turismo sostenible y un modelo de comercio equilibrado, un punto que ha sido criticado por el PP, que ha cuestionado que se pretenda que grupos como el PP o Ciudadanos "apoyen el Botànic". Asimismo, ha dicho respecto al foco en el impacto sobre el medio ambiente que "ya podían haber puesto el mismo celo en el Castor".

En su defensa, el diputado de Compromís Juan Ponce ha criticado la "demagogia, electoralismo y palabras vacías" del PP y ha asegurado que las ATE no deberían denominarse actuaciones estratégicas sino "excepcionales" porque un inversor "podía hacer lo que quisiera teniendo el beneplácito del Consell", que según ha recordado, se vio salpicado por casos de corrupción. Para Ponce, este es "el último gran pelotazo del PP" y "pan para hoy, hambre para mañana". Asimismo, ha indicado que la tramitación continúa su curso y, en todo caso, ha destacado que hay "multitud de dudas sobre el proyecto", que se enmarca en "la única gran zona sin urbanizar en el área metropolitana, que el PP ofrece a un inversor" en un procedimiento "ad hoc para intentar seguir con la especulación y favorecer a unos pocos".

Desde Podemos, Beatriz Gascó ha instado a preguntarse si Paterna "necesita" este centro en una zona como La Mola y si esos 5.900 empleos tendrán sueldos "de los que hay que tener dos para llegar a fin de mes". Sandra Martín (PSPV), por su parte, ha cuestionado si cuando el PP habla de mayor celeridad "se refiere a saltarse algún paso" o "hacer la vista gorda" en la tramitación, algo que no están dispuestos a hacer.

Por su parte, la diputada de Ciudadanos María José García ha defendido que este proyecto siga su tramitación, siempre "exigiendo el cumplimiento escrupuloso de la normativa vigente" y dado que "por el momento no presenta ninguna ilegalidad jurídica hasta que no se demuestre lo contrario", aunque ha dicho que plantear como hace el PP la aceleración de los trámites "viene a sembrar dudas".

Por otro lado, han asistido al pleno como invitados, entre otros, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Paterna (Favepa), Jesús Fernández, quien ha reclamado que sean los ciudadanos los que decidan en una consulta sobre el proyecto, una vez reciban la información de todas las partes, al igual que la presidenta de la Asociación de Vecinos de Terramelar, Vicenta Martínez, que ha lamentado la "desinformación" que existe sobre la iniciativa, con datos "sesgados y de parte".