La legislatura arrancó con una anécdota que ha resultado ser casi un augurio. La portavoz de Ciudadanos, Carolina Punset, confundió el Palau de la Generalitat, sede del Gobierno, con las Cortes. Un despiste, sin embargo, que parece compartido en el grupo de trece diputados, el cuarto más importante de la Cámara. Transcurridos 147 días desde la constitución del Parlamento, ha encadenado una sucesión de «resbalones», cuyo último episodio es la retirada del escrito en el que pedía la comparecencia, entre otros, de un capitán de la Guardia Civil, dentro del trámite de audiencia ciudadana en la ley de Policías Locales.
La posibilidad de dar voz a la sociedad civil en el debate de leyes se habilitó en la anterior legislatura a través de la reforma del Reglamento y se ha detallado, paso a paso, con una resolución del presidente Morera. Así, asociaciones o personas afectadas por las leyes pueden pedir comparecer. Ciudadanos confundió este trámite con la comparecencias de expertos en comisiones. Se puso en contacto con varias personas en relación con la ley de Policías Locales, entre ellas, un alto mando de la Guardia Civil, y les invitó a dar una «conferencia» en la Cámara. Finalmente, registró una petición citando a estos ciudadanos.
El «patinazo» suponía la desnaturalización de la audiencia ciudadana, pensada para que la sociedad civil tenga un cauce, no para que los partidos utilicen voces no partidistas en defensa de sus tesis. El martes, en la Mesa de las Cortes se les aclaró el error y se les dio nuevo plazo para que las personas citadas presentaran las peticiones de comparecencia a título personal. C's confirmó que el guardia civil registraría la solicitud. Sin embargo, no informó a esta persona. Y el miércoles, C's se vio obligado a retirar el escrito.
No es la única pifia de un grupo con nula experiencia política, si bien en ocasiones lo que se aprecia es falta de dedicación. En el pleno de la próxima semana, C's no formulará interpelación. De los cuatro celebrados, no ha tenido en tres, a pesar de que es el instrumento más potente de control y que da opción a una moción. O no tenía interpelaciones o contaba con alguna pero, al no asistir el conseller de turno, se quedó sin ella. También ha perdido el derecho a varias preguntas. El martes, en la Junta de Portavoces, Punset se quejó de que hay «demasiados plenos» y sugirió que haya menos para abordar los asuntos «con más profundidad». Hace semanas, presentó un escrito para cambiar en el acta de un pleno el sentido del voto en una ley a la que por error se habían opuesto en el pleno, cuando estaban a favor.
