La incorporación de Esquerra Unida a la coalición electoral impulsada por Compromís junto a Podemos para las generales aún seguía ayer sobre la mesa, aunque sin acuerdo definitivo al cierre de esta edición. En las últimas horas las negociaciones continuaron avanzando, pero con escollos por salvar. El principal, las exigencias de Esquerra Unida para sumarse al proyecto de izquierdas. La formación exige un puesto de salida en la candidatura por la provincia de Valencia, con el objetivo de contar con algún representante de la Comunidad en el futuro grupo parlamentario en el Congreso. Es decir, poder elegir al menos al número cuatro por Valencia. Esta petición, que trastoca los planes iniciales de Compromís y Podemos -que ya lo tenían repartido-, supone a día de hoy la principal barrera para que las tres formaciones vayan de la mano a las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. En las últimas horas se han sucedido las reuniones de las partes implicadas, que continuarán a buen seguro en el día de hoy, ya que el próximo viernes es la fecha límite para registrar el registro en la Junta Electoral.

Al margen de la inclusión de Esquerra Unida, la nueva coalición deberá consensuar también la marca que aparecerá en las papeletas. Por ahora se ha hablado de Decidim, És el moment, Avancem o Avant, aunque ninguna gusta por igual a los nuevos socios.