Alicante albergará el próximo lunes una cumbre estatal sobre transparencia a la que acudirán representantes de varias comunidades autónomas, entre ellas las de Castilla La Mancha y Baleares. Así lo anunció anoche el conseller de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación, Manuel Alcaraz, en un debate celebrado en el Club INFORMACIÓN.
Alcaraz desgranó los proyectos que está poniendo en marcha la nueva Conselleria en un debate con el filósofo y profesor en el Departamento de Humanidades de la Universidad CEU, Higinio Marín, la redactora jefe de INFORMACIÓN Mercedes Gallego y el catedrático de la Universidad de Alicante Emilio La Parra, moderados por el subdirector del periódico Fernando Ramón.
El acto contó con la presencia de representantes del mundo de la política, los sindicatos y la universidad, como la diputada autonómica Mireia Mollá, la secretaria de CC OO de l´Alacantí, Consuelo Navarro, y el rector de la UA, Manuel Palomar.
Alcaraz arrancó su intervención defendiendo la necesidad de dotar de «nuevos valores» a la ciudadanía para que la Comunidad Valenciana salga del «grave estado en el que se encuentra».
Tras recordar que la Conselleria que dirige «no tendría sentido si no viniéramos de dónde venimos », aseguró que hay una crisis económica, institucional, de convivencia y de valores, de modo que la solución pasa por «incorporar valores a la vida pública».
Para el conseller, los ciudadanos deben recuperar la confianza en los políticos y la autoestima y la misión del Consell pasa por «establecer un clima para que no vuelvan a producirse casos de corrupción».
Alcaraz anunció que la transparencia tiene que tener su reflejo en el conjunto de España y adelantó que la próxima semana representantes de las comunidades autónomas se darán cita en Alicante para tratar esta cuestión. Además, Valencia y Alicante recibirán en las próximas semanas a representantes de la organización no gubernamental Transparencia Internacional para abordar este tipo de temas.
Sobre la segunda pata de su conselleria, la participación, explicó que se llevarán a cabo encuentros para realizar un diagnóstico de la participación local, de los ayuntamientos, con los ciudadanos: «Hay una lejanía entre la plaza y el palacio y acercar ambos es importante».
Respecto a la responsabilidad social, explicó que hay que fomentar la ley que afecte a las políticas de contratación y, en relación al área de cooperación, se mostró humilde y pidió «perdón» por no cumplir las promesas.
A continuación se produjo un debate-diálogo en el que el catedrático de la Universidad de Alicante Emilio La Parra indicó que el objetivo de la Ley de Transparencia es «estimular los valores democráticos» en la Comunidad Valenciana, al tiempo que resaltó como «paso esperanzador» que la Generalitat haya apostado por una conselleria específica para esta materia.
Ley compleja
Alcaraz reconoció que la nueva Ley de Transparencia, aprobada por el anterior Consell y que ha entrado en vigor hace apenas unas semanas, es «muy compleja», pero que derogarla supone «crear un vacío». Además, incidió en el Código del Buen Gobierno que se va a poner en práctica y que se encargará de establecer los criterios de austeridad y sobriedad y el comportamiento que deben tener los políticos.
A continuación, la periodista Mercedes Gallego afirmó que la Conselleria de Transparencia no puede evitar los casos de corrupción y enumeró aquellos que han sacudido a la Comunidad Valenciana en los últimos años. «Brugal, Gurtel, Rabasa o Emarsa están unidos a la condición humana», aseveró Gallego, que recordó que la cartera que dirige Alcaraz nació como la «estrella» de la Generalitat pero no la han dotado de suficiente presupuesto.
Generar anticuerpos
Ante ello, el conseller sostuvo que las consellerias de Economía o Hacienda «son las que pueden evitar la corrupción, la que yo dirijo quiere generar anticuerpos en la sociedad para evitar los casos». Además, recalcó que las consellerias «estrella» son las de sanidad, educación y bienestar, que son las que tratan a los ciudadanos, y que si hubiera tenido más presupuesto «habría ido a cooperación, no a transparencia».
Por su parte, el filósofo Higinio Marín habló de la aparición de una derecha laica y de la ausencia de ética civil en el servicio público. Al mismo tiempo, se preguntó por «quién vigila al vigilante» y consideró que en la actualidad hay una severa crisis de legitimidad representativa.
Alcaraz aseguró en que son necesarios otros valores que completen a los de la Constitución, abogó por salir a las calles y plazas a debatir y finalizó con una reflexión: «¿Qué me preocupa? Que lo que hacemos sea un simulacro de democracia, porque eso sería lo peor».
