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Más de 5.200 enfermos mentales esperan una plaza pública desde hace años

Los sindicatos denuncian que el sistema está «colapsado» y solo atiende a 200 afectados

Son enfermos mentales en situación precaria, sin recursos. Esperan desde hace años poder acceder a una plaza pública en un sistema que está completamente colapsado. Las cifras hablan por sí solas. Los sindicatos denuncian 750 personas en lista de espera en Alicante y 4.500 en Valencia. Todos con un mismo objetivo: conseguir una plaza pública a la que tienen derecho. Todos con situaciones dramáticas silenciadas y muchos de ellos con más de diez años en lista de espera.

Los afectados aseguran que solo quien tiene a un familiar en esta situación comprende la gravedad de no poder atender a un enfermo mental. De vivir en ese infierno. Por diversos motivos. Porque la enfermedad se agrave por el paso de los años, porque falle el tratamiento ambulatorio, porque los padres o cuidadores superen los 80 años de edad y estén enfermos y desbordados, porque el afectado tenga una patología dual (es decir, consumo de tóxicos y graves problemas de conducta incluyendo la comisión de delitos o conductas antisociales), porque existan patrones de violencia de género o violencia familiar crónica con menores de edad que sufran maltrato de padre o madre con enfermedad mental... En este contexto hay que incluir el caso de los que, directamente, están solos. Y es que hay situaciones extremas de abandono del enfermo mental por desaparición total de la familia. Personas que están solas, desamparadas, sin un familiar que les atienda o controle. Ante una crisis, la única salida de estas personas es ingresar en lo que se denomina «puerta giratoria» de las unidades hospitalarias de corta distancia donde solo podrán estar un breve espacio de tiempo ya que la plaza residencial a la que aspiran no llega. Antes o después el hospital les dará el alta. Aunque exista riesgo para el enfermo o su contexto familiar o social.

Ante esta situación, el sistema público valenciano se muestra insuficiente, incapaz. Los expedientes se acumulan en una Administración desbordada que ha dejado apartados a los enfermos mentales, uno de los colectivos más vulnerables.

Cuatro residencias

En Alicante hay dos centros públicos de gestión privada: el CEEM de Benidorm, de 40 plazas y el de Elda, con 36. La lista de espera es de 750 personas que han cursado su solicitud y han aportado los correspondientes informes psiquiátricos.

Los sindicatos lamentan que el Consell «se haya olvidado de los más vulnerables».

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