La principal novedad en el diseño del nuevo Consell surgido del Pacto del Botánico, el área de Transparencia y Participación, contará con un presupuesto inicial de algo más de 26 millones de euros, tras medio año de trabajo sin apenas dotación económica.
La conselleria dirigida por el alicantino Manuel Alcaraz nació con el principal objetivo de aplicar la ambiciosa Ley de Transparencia que dejó en «herencia» el Partido Popular. Y para ello, según el extracto por programas, contará con algo más de 2,4 millones de euros, lo que significa un aumento del 34% en relación al pasado ejercicio, el último del PP al frente de la Generalitat Valenciana.
Entre los objetivos del área dirigida por Alcaraz destaca, según se refleja en el documento de los presupuestos, impulsar medidas para mejorar la calidad democrática de las instituciones de la Generalitat -con el desarrollo reglamentario de la Ley de Transparencia-, tratar de recuperar la confianza de los ciudadanos en los miembros del Consell y supervisar la aplicación de la citada ley en las entidades locales y en el resto de entes públicos, entre otros.
Además, se prevé destinar unos 5 millones de euros a la atención al ciudadano, la calidad y la inspección de servicios, junto a otros 4 millones para la dirección y los servicios generales de la conselleria. Por otro lado, 1,3 millones se dedicarán -si se aprueba definitivamente este presupuesto en el trámite en las Cortes- a programas de responsabilidad social y al fomento del autogobierno. Esta partida experimentará un incremento de un 124%, ya que el anterior gobierno le destinó apenas medio millón de euros durante 2015.
Con todo, la principal asignación presupuestaria del área de Alcaraz irá destinada a la Cooperación Internacional al Desarrollo, que pasa de los exiguos 3,8 millones a algo más de 13 millones. Un aumento significativo, desde un punto de vista porcentual, con el que el nuevo Consell intenta pasar página a los años de corrupción bajo la dirección de Blasco.
Así, la conselleria dirigida por Alcaraz ya contará a partir del próximo año con un presupuesto propio que superará los 26 millones, una cifra alejada de los 60 millones que reclamaba el dirigente de Compromís para el correcto desarrollo de la nueva área.
