La nueva RTVV ha cosechado dos logros en 48 horas: el primer paso legal para su apertura con la votación de las Corts favorable a la recuperación del servicio público de radiotelevisión por parte del Consell y una dotación presupuestaria en las cuentas de 2016. Como avanzó ayer INFORMACIÓN, el Gobierno autonómico ha consignado 29 millones, dentro del presupuesto de la Secretaría Autonómica de Comunicación, para el «servicio público de radiotelevisión». En concreto, en el capítulo de «compra de bienes y gastos de funcionamiento», aunque sin mayor concreción. La cantidad habilitada para el nacimiento de la nueva Canal 9 es muy inferior al dinero que será necesario en 2016 para seguir pagando las pompas fúnebres de la RTVV SAU, cuyo proceso de liquidación sigue en marcha, tres años después del cierre efectivo de la cadena pública.

La Sociedad Anónima de la Generalitat contará con un presupuesto de 26 millones para cubrir gastos de la empresa en proceso de ser enterrada. De esa cantidad, 1,98 millones se dedicarán al pago de salarios de los empleados que se salvaron del ERE de extinción, entre ellos los 23 documentalistas y la media docena de técnicos encargados de la red de repetidores. El principal capítulo de gastos, no obstante, lo constituye la «compra de bienes corrientes y gastos de funcionamiento», donde se incluye el mantenimiento del edificio, las instalaciones o el contrato de seguridad.

Al presupuesto de RTVV SAU se suma una segunda dotación para el ente público RTVV, que se mantiene vivo para canalizar el pago de la deuda, dado que los bancos no asumen que sea la Generalitat la que se la subrogue. Esta sociedad contará con 16.462.680 euros para amortizaciones. En total, el muerto heredado costará el año que viene 42,4 millones, un 46% más que la apertura de la nueva Canal 9.