Una agenda diferente a la habitual de una precampaña es la que le espera a Mariano Rajoy en su visita a la provincia de Alicante del próximo sábado. Aunque todavía es susceptible de modificarse la ruta y pendientes de las cuestiones de seguridad, la cúpula popular quiere huír de los grandes mítines y de los actos clásicos de estas citas electorales. Durante la reunión que el pasado martes mantuvo el comité provincial de campaña del PP con la presencia tanto del número uno del PP en la provincia, José Císcar, como de la coordinadora regional, Eva Ortiz, quedó muy claro el objetivo de una batalla electoral clave para el futuro de los populares. «Más calle, sedes abiertas todos los días de la semana, proximidad a las personas y gestión transparente».

Ante la visita de Rajoy, los populares alicantinos pusieron en valor la labor de Mariano Rajoy y su gobierno. «Contamos con el mejor candidato para ganar las elecciones generales del próximo 20 de diciembre», antes de aputar que la formación ya «estaba trabajando para que Rajoy puediera estar en la provincia este fin de semana». La visita está confirmada. Después de estar recientemente en Valencia para respaldar a Isabel Bonig ahora Mariano Rajoy estará el sábado en la provincia de Alicante, como adelantó este periódico, una circunscripción que reparte nada menos que doce diputados y en la que las encuestas auguran un batacazo histórico a los populares. Inicialmente y salvo cambio de planes, Rajoy ya no volvería en campaña a la provincia teniendo en cuenta que, a lo largo de esos días, el presidente del Gobierno se suele concentrar en las capitales de las comunidades autónomas.

En principio y aunque los populares no han desvelado oficialmente nada, Mariano Rajoy giraría una visita a Calp -localidad que celebra durante estos días sus fiestas de Moros y Cristianos- en lo que supondría un enorme espaldarazo para ratificar el futuro liderazgo del presidente de la Diputación, César Sánchez, al frente del PP. Una visita de calle por la localidad -un municipio medio de los pocos que quedan en manos de los populares- y, posteriormente, parada en una población más pequeña. Lo han solicitado varios alcaldes del PP pero, en principio, parece que la ubicación elegida es Finestrat.