El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer en Zaragoza que su Ejecutivo «nunca» convertirá el agua en un motivo de «bandería política partidista». Así se pronunció ante su homólogo aragonés, el también socialista Javier Lambán, en el encuentro que ambos mantuvieron en la sede del Gobierno de Aragón para tratar diferentes asuntos que afectan a ambas comunidades, como el impulso de las comunicaciones ferroviarias y también por carretera. Ximo Puig sí dejó clara la aspiración de los valencianos a resolver su déficit hídrico con «agua de calidad».