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El Consell triplicará el déficit que exige Montoro pero descarta más recortes

El titular de Hacienda augura que la Generalitat cerrará 2015 con un desfase de entre el 2,2% y el 2,3%

El titular de Hacienda, Vicent Soler, y la vicepresidenta y portavoz, Mónica Oltra, tras el pleno del Consell de ayer. INFORMACIÓN

La Generalitat incumplirá este año, una vez más, el desfase presupuestario que le exige el Gobierno central. Y no precisamente por poco. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, anunció ayer que el Ejecutivo de Ximo Puig finiquitará el ejercicio con un déficit de entre el 2,2 y el 2,3%. O, lo que es lo mismo, triplicará el tope que ha marcado el Ministerio de Hacienda para todas las comunidades. A priori, las autonomías deben despedir el año 2015 con unos números rojos que no superen, en ningún caso, el 0,7% de su Producto Interior Bruto (PIB). La Comunidad, por ende, triplicará ese objetivo de déficit. Pero, ¿cuáles son las causas para que el Consell supere el desfase presupuestario en cerca de 1.500 millones de euros? El motivo principal es la financiación. Tanto el modelo de reparto de fondos que aprobó el Gobierno central en 2004 -con el popular José María Aznar en La Moncloa- como el que sacó adelante el Ejecutivo en 2009 -con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero como presidente- han sido especialmente dañinos para los intereses de la Comunidad. Tanto, que la Generalitat remitió este pasado verano un informe a Madrid en el que cifró el expolio en 12.433 millones de euros entre 2002 y 2013.

A priori, ese desequilibrio se tenía que haber corregido hace ya casi dos años. En concreto, el 1 de enero de 2014. Ese día expiraba la vigencia del actual modelo, pero el PP evitó «abrir el melón» de la financiación para evitar enfrentamientos entre comunidades. ¿Y qué hizo para tratar de aplacar los ánimos de las regiones afectadas? Prorrogar el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), un mecanismo impulsado en 2012 para conceder préstamos a bajo interés a los distintos gobiernos españoles con el fin de que pudieran hacer frente a sus vencimientos de deuda. Pero a diferencia de la financiación, ese dinero sí que hay que reintegrárselo al Estado. Con bajos tipos de interés, sí, pero al fin y al cabo se debe devolver.

El problema principal, por tanto, es de ingresos y no de gastos. Porque de cumplirse las estimaciones de Vicent Soler, el Consell repetirá prácticamente el mismo desfase presupuestario de los dos últimos años. 2013 se finiquitó con un déficit del 2,33% del PIB, mientras que el pasado ejercicio la cifra fue del 2,39%. En ambas, con el popular Alberto Fabra al frente del Ejecutivo.

Pese a las tensiones financieras de la Generalitat, Puig y el resto de consellers no meterán la tijera. Por lo menos, eso reiteró ayer el titular de Hacienda. «Hay que abrir escuelas, pagar... Ha habido malgasto (durante los últimos años), pero también un problema muy grave de infrafinanciación», zanjó Soler.

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