Un primer gesto con vista a un giro en la política fiscal para alcanzar un modelo «justo y ejemplar» a partir de 2017. La Generalitat anunció ayer una reforma del Impuesto de Patrimonio con el objetivo de aumentar la recaudación en 29 millones al año. La Conselleria de Hacienda, dirigida por Vicent Soler, ha decidido rebajar de 700.000 a 600.000 euros la cuantía del mínimo exento del Impuesto sobre el Patrimonio, de modo que se amplía en 1.832 el número de contribuyentes obligados a declarar. Además, Soler informó ayer de la creación de una tarifa autonómica que supone, respecto a la nacional, el aumento de los tipos de gravamen un 25%. Con estas dos medidas, el Ejecutivo de Ximo Puig prevé recaudar 29,11 millones de euros anuales, según explicó Soler en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, quien presentó la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat para el año 2016.

El conseller Soler, acompañado de la vicepresidenta Oltra, explicó que la Ley de Acompañamiento arranca ahora el trámite «preparlamentario», ya que primero se someterá al dictamen del Consell Jurídic Consultiu y del Comité Económico y Social, para a final de este mes vuelva al Gobierno valenciano. Su aprobación definitiva corresponderá a las Cortes.

El titular de Hacienda hizo especial hincapié en que la Generalitat quiere abrir las puertas, explicando «hasta la saciedad» esta norma con la que buscan «hacer frente a necesidades perentorias». A la vez, Soler criticó que los últimos Gobiernos autonómicos del PP utilizaron esta vía como «puerta falsa para colar cambios legislativos importantes».

Entre los principales aspectos de la Ley de Acompañamiento, que consta de 107 artículos y modifica 16 leyes, destaca la rebaja de 700.000 a 600.000 la cantidad del mínimo exento de declarar el Impuesto de Patrimonio, con la exención de las personas con diversidad funcional para las que se eleva el mínimo a un millón. El impacto estimado de esta medida es de unos 730.000 euros anuales.

Además, se crea una tarifa propia autonómica que incrementa el tipo de gravamen en un porcentaje próximo al 25%, de forma que se prevé recaudar 23,38 millones de euros anuales. Al respecto, el conseller subrayó que de esta forma la Comunidad se acerca a «los regímenes tributarios medios», ya que destacó que ahora se encontraba «a la cola». Con estas dos medidas se prevé recaudar un total de 29,11 millones de euros al año de un total de 19.427 contribuyentes afectados en la Comunidad.

Clases medias, no

El conseller destacó la importancia de llevar a cabo este tipo de «gestos» sobre el «camino» que quiere llevar a cabo el Consell. «No queremos que paguen las clases medias», sino «los que tienen patrimonio familiar», añadió.

Por otro lado, el titular de Hacienda admitió que no le gusta la política fiscal heredada del Gobierno de Fabra. Por ello, avanzó, se plantearán para 2017 un nuevo sistema tributario que será «justo y ejemplar». Cuestionado por si se plantean un impuesto para gravar a las grandes fortunas, Soler respondió: «Por ahora, no».