La provincia de Alicante puede pasar en poco más de dos meses de ser dominio de los populares a convertirse en base de operaciones de Ciudadanos en la Comunidadbase de operaciones de Ciudadanos . La intención de voto para las elecciones generales del próximo 20 de diciembre -según se desprende del sondeo elaborado por Invest Group y publicado durante las últimas dos semanas por INFORMACIÓN y Levante-EMV- refleja que el PP pasaría de los actuales 8 diputados en la provincia de Alicante a sólo 3 de los 12 que se pondrán en juego, mientras que la formación liderada por Rivera podría convertirse en la ganadora en la circunscripción, con 4 escaños para el Congreso.

Con todo, la debacle de los populares en Valencia sería más acusada si cabe, pasando de 9 parlamentarios de hoy a 3, del total de 16 que corresponden a esa provincia. Este sondeo, de confirmarse en las próxima cita con las urnas, supondría un varapalo para la actual dirección del PP, recién llegada tras la dimisión de Fabra y que no lograría frenar la caída de apoyos entre el electorado que ya quedó patente el pasado 24-M, cuando perdieron la Generalitat y el poder en los principales ayuntamientos de la Comunidad.

En la provincia de Alicante, al igual que sucedería en Valencia, los socialistas pasarían de contar con cuatro diputados a tres. Una proporción de escaños similar a la que conseguiría Podemos, que en ambas circunscripciones entraría en liza con dos diputados, para un total de cuatro en la Comunidad Valenciana. Peor lo tendría Compromís, ya que los pronósticos más halagüeños les sitúan en los tres diputados, uno por Alicante y dos por Valencia, lejos del ansiado zarpazo al PSPV con el que soñaban en el Bloc y que ansía la propia líder Mónica Oltra.

Pero Alicante no sólo protagoniza la macroencuesta por poder erigirse como la provincia más favorable para los intereses de Ciudadanos a costa de la hecatombe popular, sino también por esa particular percepción de la actual situación política. Por ejemplo, en el análisis de los primeros cien días del Gobierno dirigido por Puig y Oltra. Ahí, los alicantinos, según el sondeo, lideran la principal crítica negativa al bipartito que dirige la Comunidad, ya que el 25,4% de los encuestados de la provincia consideran mala o muy mala la gestión durante estos tres meses, mientras que esta media autonómica se sitúa en el 22,5%. En Valencia y Castellón, esta percepción no supera el 21%.

Con todo, la opinión sobre el Pacto del Botánico -el acuerdo firmado por PSPV, Compromís y Podemos para devolver el Consell a manos de la izquierda- resulta aún peor, tal y como refleja la macroencuesta. Entre los alicantinos, el acuerdo que aupó a Puig al Palau consigue una valoración de malo o muy malo por el 36% de los encuestas, mientras que en el resto de las provincias esta percepción negativa no supera el 30%.

Economía y preocupaciones

Esa instantánea tomada desde Alicante también destaca a la hora de valorar la situación económica, tanto a nivel nacional como autonómico, lo que viene a significar que los alicantinos son los más optimistas de la Comunidad frente a la recuperación económica que defiende el Gobierno central de Mariano Rajoy. Preguntados sobre la situación económica en España, casi el 10% de alicantinos la consideran buena o muy buena, frente a apenas el 3,8% de los ciudadanos de la provincia de Valencia. Algo menos optimistas son los alicantinos a la hora de juzgar la recuperación en la Comunidad, donde sólo el 6% de los preguntados consideran buena o muy buena la situación de la economía. En general, los encuestados ven peor la economía autonómica que aquella que se «maneja» desde Madrid.

En cuanto a las preocupaciones de los alicantinos, según se desprende del sondeo de INFORMACIÓN y Levante-EMV, también sufren destacadas variaciones frente a la media. El paro, por ejemplo, se sitúa como el principal problema en la autonomía, aunque en Alicante se queda tres puntos por debajo de percepción autonómica. También preocupa más en la provincia la corrupción, la sanidad y la educación, la llegada de refugiados y la inversión del Estado en la Comunidad. En cambio, respecto al resto del territorio autonómico, disminuye en la provincia a porcentajes casi residuales la problemática sobre la financiación -el tema «estrella» del nuevo Consell-, la reapertura de Radio Televisión Valenciana (RTVV), la construcción del Corredor Mediterráneo y el debate sobre las señas de identidad.

La posible independencia de Cataluña, que preocupa bastante más en Alicante que en las otras dos provincias de la Comunidad, también se ve con otros ojos ante el planteamiento de valorar las recientes elecciones catalanas, donde las formaciones prorupturistas lograron la mayoría de escaños, pero no en votos. Mientras que en Valencia la mayoría de los encuestados admite su insatisfacción por el resultado, en Alicante el grado de satisfacción es positivo.

Una visión más general

La autonomía valenciana ya es mayor de edad. Al menos, en cuanto a intención de voto se refiere. La encuesta evidencia que el electorado de la Comunidad Valenciana es dual, según si su papeleta va dirigida a las urnas de las Cortes o al Congreso de los Diputados. Una manera de elegir al partido que más o mejor representa sus intereses en el parlamento, sea autonómico o estatal. Así, los partidos que más notan estos vaivenes demoscópicos son Compromís, Podemos y Ciudadanos, que pugnan por el bautizado como «espacio de ruptura», los votantes que salen del habitual espectro derecha-izquierda y que se suman a las fuerzas que se oponen al «PPSOE».

A Compromís le sienta bien su presencia en la Generalitat, con su líder como vicepresidenta y portavoz, y a día de hoy incrementaría sus espectativas de voto del 18,2% del pasado mes de mayo al actual 19,6%, uno de cada cinco valencianos les apoya. Eso sí, cuando a las urnas se le ponen cara de Generales la coalición se desploma, pese a que superarían en votos el diputado conseguido en 2011. Los socialistas se mantendrían con 10 diputados en el Congreso de los Diputados y subirían a 26 en la Comunidad.

Podemos sería la cuarta fuerza en las Generales y la quinta en las autonómicas, obteniendo el 7,5% para la Generalitat y manteniendo el 11,3% para una Generales, exactamente el mismo resultado que el pasado 24-M. El posible pacto con Compromís les garantizaría seguramente el tercer puesto y, quién sabe, si algo más.

Ciudadanos explotaría en las Cortes, aunque su empuje todavía es superior si las urnas apuntan a Madrid. Obtendrían un 16,1% de los votos autonómicos, superando el 12,3% del pasado 24M que le situó como cuarta fuerza. En las Generales a día de hoy y según el sondeo de Invest Group, el partido de Punset se convierte en tercera fuerza con el 18,2% de los votos. Una subida espectacular a costa del PP pero que todavía no amenaza la hegemonía de los tradicionales.