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Antonio García Miralles

«Hace falta una política de Estado valenciana para ser visibles»

«El PSOE no debe excluir ni a C's ni al resto de la izquierda», analiza García Miralles

Antonio García Miralles, en la plaza de los Luceros de Alicante. rafa arjones

En la Comunidad Valenciana es usted un símbolo del bipartidismo y la generación de la Constitución del 78 a la que se ha enterrado y echado las culpas de todos los males. ¿Algo que alegar?

Me siento orgulloso del trabajo que se hizo en aquellos momentos y circunstancias, después, sobre todo, de la intentona golpista del 81, el 23-F, y teniendo en cuenta que el partido del gobierno, la UCD, entró en una fase de descomposición y radicalización en la Comunidad. Recuérdese la batalla de Valencia. Dimos respuesta a lo que nadie soñaba, tener un estatuto con un alto nivel competencial.

¿Son injustas las nuevas hornadas con aquella generación?

Por supuesto que es injusto el tratamiento. Se hizo una transición ejemplar, tanto a nivel del Estado como de la Comunidad.

Como primer presidente de las Cortes, contribuyó a construir la autonomía desde cero.

El gran problema entonces es que no había ni funcionarios ni políticos que supieran de parlamento, excepto los que habíamos estado en las elecciones del 77 y en la etapa constitucional en el Congreso. Esa experiencia tratamos de llevarla con mucha gente que venía de ser concejal o llegaba sin haber participado en política aún.

Lo que dice recuerda a la llegada masiva a la política de cargos sin experiencia de Podemos o C's.

Con una diferencia fundamental. Cuando empezamos, a finales de los 70, el Parlamento valenciano tenía una especie de contrapoderes, resistentes, en las diputaciones y el Ayuntamiento de Valencia hasta las primeras elecciones democráticas. La primera vez que asistí a la procesión llamada cívica del 9 d'Octubre, en 1977, un policía con un talante más democrático nos advirtió a un grupo de diputados de izquierda que no levantáramos los pies del suelo. Nos habían lanzado clavos para que nos pincháramos. ¡En qué etapa vivíamos! Conviene recordar quién era capitán general de Valencia. ¡Milans del Bosch! Todavía las estructuras del franquismo estaban vivas. El golpe del Estado puso freno al proceso autonómico pero salvamos los muebles y logramos todas las competencias.

Puig ha hecho bandera de la mejora en la financiación. Y sostiene que el problema valenciano es su invisibilidad en Madrid.

Hay que hacer una política de Estado valenciana o desde la perspectiva valenciana. Eso ya lo defendía yo en su día y es lo que ahora quieren hacer. Mi tesis era que para hacer algo, y yo veía lo que pasaba con los vascos y los catalanes, tú tenías que intervenir desde aquí y definirte en los grandes problemas de Estado. Tener una opinión. Ha habido gente que, teniendo autonomía, vamos a decir, de menos potencial, por ejemplo, el señor Bono o Juan Carlos Rodríguez Ibarra han tenido opinión. En eso, el 'per a ofrenar noves glòries' ha operado en un sentido bastante negativo porque se ha estado en una situación muy dependiente. Y luego, el tema de la simbología, el ser una comunidad donde nadie se definía claramente sobre qué era la lengua que se hablaba... La irrelevancia tiene mucho que ver con la propia indefinición. Yo, como comunidad autónoma, aparte de lo que es competencia mía, tengo opinión, sobre los temas de Estado.

Usted estuvo en el centro de las decisiones. ¿Hay más factores de la invisibilidad valenciana?

Hay un problema de raíz y le habla un valenciano total, pero que es alicantino. En Cataluña hay una ciudad y su entorno, que es Barcelona, que es el 80 % de la comunidad. Pero en la Comunidad, Valencia no ha ejercido nunca bien la capitalidad. Y luego ésta es una comunidad que yo llamaría, empleando un término de un comunista italiano, Palmiro Togliatti, policentrista. Alicante es un núcleo importantísimo; Elche, otro; luego está la parte de Orihuela, Torrevieja, Elda, Benidorm... No hay una ciudad que domine, como Barcelona. Ese policentrismo existe y nunca se ha acabado de articular bien.

¿Compromís y Podemos pueden estar lastrando la acción de Gobierno a Ximo Puig?

Sí, yo creo que sí. ¿Cómo compaginas las posiciones del Bloc dentro de Compromís con las de Podemos a nivel de la política de Estado o la reforma de la Constitución? Tras las generales el mapa quedará definido al menos para tres años y tendrá que haber un ajuste.

¿Adónde debe mirar el PSOE de cara a los pactos, a Ciudadanos o a Podemos-Compromís?

A nivel del Estado ha de recuperar el centro izquierda, la centralidad. Podría ser un Gobierno minoritario con un apoyo parlamentario en el que no hay que excluir ni a C's ni al resto de la izquierda. Incluso el PNV. En cambio, veo imposible cualquier acuerdo con los del sí de Cataluña. Aquí hay un pacto que debe ser la base de un acuerdo que dure dos legislaturas para la recuperación económica, social, política y de imagen de la Comunidad. Siempre que Compromís no entre en lo que pudiéramos llamar tentaciones pancatalanistas puede haber un entendimiento. Y con C's puede haber acuerdo en la reforma del sistema electoral.

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