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Escasos testigos del cambio

La delegación de la provincia «pincha» con poca asistencia de cargos públicos y empresarios

Echávarri pasa cerca de Fabra. jose navarro

El escaso músculo que exhibió ayer la delegación alicantina en el acto institucional con motivo del 9 d'Octubre extrañó incluso a los pocos que se dejaron ver por el Palau de la Generalitat. «¿Has visto a...?», fue ayer una de las preguntas más recurrentes entre los cargos públicos y empresarios de la provincia que se desplazaron hasta Valencia para vivir en primera persona una jornada histórica, la primera en veinte años con la izquierda al frente del Consell.

Este cambio, que estuvo en boca de la mayoría, fue una de las razones que llevó a que algunos decidieran aceptar la invitación cursada desde el Consell. «En los últimos quince años, habré venido dos o tres veces, no más. Pero hoy [por ayer] había que estar aquí. No es un día cualquiera», señalaba un alto cargo de la Administración valenciana con residencia en la ciudad de Alicante.

Para otros, sin embargo, el cambio de color político al frente de la Generalitat no deja de ser una anécdota en un día solemne como el de ayer. «Los actos institucionales son siempre igual. No hay excesivas diferencias sea el que sea el partido que gobierne», añadía Luis Berenguer, del Gabinete de Presidencia de la Oficina de Armonización del Mercado Interior, que acudió junto a su padre, el que fuera diputado y presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia. Su jefe en la OAMI, el portugués Antonio Campinos, no pudo acudir al acto por estar de viaje de trabajo por Europa.

Sí que se dejó ver, saludando a unos y otros, Antonio Arias, principal representante de un empresariado alicantino que ayer, en su mayoría, desertó del 9 d'Octubre.

Y más allá, ni el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, un habitual de estos actos, se paseó por el Palau. El sector educativo estuvo representado con la directora general de Universidades, Josefina Bueno; el director general de la Agència Valenciana d'Avaluació i Prospectiva, Salvador Palazón, y el rector de la Miguel Hernández, Jesús Pastor.

Con todo, la nómina de políticos fue lo más numeroso en la delegación de alicantinos en el 9 d'Octubre en Valencia. Al frente, los dos consellers de la provincia en el Gobierno, Manuel Alcaraz y el murero Rafael Climent. También se dejó ver Alberto Fabra, uno de los tres expresidentes del Consell presentes en el acto institucional, junto al también popular Eduardo Zaplana y al socialista Joan Lerma.

Varios fueron los diputados que no faltaron a la cita en el Palau, con socialistas como Herick Campos, Rufino Selva o Patricia Blanquer o el popular Gerardo Camps, entre otros. De las Cortes Valencianas, se dejaron ver entre zumos de caqui y «chupitos» de horchata, las diputadas autonómicas Sandra Martín, Ana Barceló y Eva Ortiz, que no se separó apenas de su síndica y presidenta regional, Isabel Bonig.

En Ciudadanos, por aquello de su estreno, no dejaron pasar la oportunidad. Entre otros, el director territorio en la Comunidad, Emilio Argüeso, el senador Luis Crisol, la diputada Mari Carmen Sánchez y la síndica en las Cortes, Carolina Punset.

Desde el Ayuntamiento de Alicante, dos de los tres líderes del tripartito disfrutaron desde dentro del acto, aunque bastante por separado. El alcalde, Gabriel Echávarri, y el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, ejercieron como delegación alicantina. El líder de Guanyar, en su primera vez dentro del Palau, no dejó de mirar la arquitectura del edificio. Para él, que sale poco del despacho, fue un día de «relax». De hecho, como muchos, al acabar el acto desconectó el móvil para aprovechar de unos días con la familia. Y es que esta doble festividad -según se lamentaban los presentes- debió de ser un argumento de peso entre los ausentes para disfrutar al máximo de este generoso puente.

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