El terremoto político que originó las palabras del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en su viaje a Madrid del pasado lunes provocaron ayer nuevas réplicas. Las más significativas, las del líder del PSOE, principal víctima de la ofensiva del jefe del Consell en su objetivo de ganar visibilidad.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, confesó ayer que le resultó «sorprendente» la forma como le mostró su apoyo el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, cuando habló de que su liderazgo, como «todo en la vida, es revisable». Sánchez subrayó que que se siente «respaldado» por el socialismo valenciano y también por Puig a pesar de cómo le manifestó su adhesión.«Si uno coge la literalidad de todo lo que dice, lo que se ve es que (Puig) apoya al secretario general, pero efectivamente, en algún momento de la formulación de ese apoyo, he de reconocer que me resultó sorprendente», admitió ayer Sánchez durante una entrevista radiófonica en Cope.

En un desayuno informativo, el presidente Puig sostuvo este lunesque «no hay ninguna cuestión» sobre el liderazgo de Pedro Sánchez, a la vez que añadió que «todo en la vida es revisable». Unas palabras que abrieron el debate en el PSOE, sobre todo al proceder de un barón afín a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.

Sánchez, tras recordar ayer que desde que asumió las riendas del PSOE hace apenas un año ya ha visitado trece veces la Comunidad Valenciana, resaltó que siempre se ha sentido «muy agradecido» ante el apoyo brindado por Puig y las bases. Un gesto para intentar pasar página al pulso del líder del PSPV. A juicio de Sánchez, para la Comunidad Valenciana sería «conveniente» que él llegara a la Moncloa porque ayudaría a resolver el problema de financiación que tiene este territorio.

La valoración de Pedro Sánchez acerda de las palabras de Ximo Puig también se extendió a la propuesta del presidente valenciano de recuperar el término nación para cerrar el conflicto con Cataluña. El líder del PSOE zanjó ayer ese debate al asegurar que su formación defiende la integridad territorial de España y su soberanía nacional, además de afirmar que no propondrá el reconocimiento de Cataluña como nación sino de sus «singularidades». Para Sánchez, España es «una nación plural, diversa e indivisible». «El independentismo ha convertido la palabra nación en una palabra trampa», defendió el candidato del PSOE a la Moncloa, quien sin embargo admitió que la palabra nación es «polisémica» y la Real Academia Española ve diferentes acepciones en su diccionario. Aunque, continuó, «en boca de Artur Mas», nación es igual a Estado independiente, ruptura de la soberanía nacional y, por tanto, de la unidad de España.

Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, acusó ayer a Pedro Sánchez, de ser «incapaz de fijar una posición que le dure más de 24 horas» en su partido sobre un asunto tan «esencial» como el de la nación española.