La conselleria de Transparencia, Participación, Responsabilidad Social y Cooperación, el buque insignia del Consell que salió de las urnas el pasado mayo en una apuesta clara por la transparencia y la lucha contra la corrupción, anda lejos de poder responder a esas expectativas si antes de que no sea demasiado tarde no se le dota del personal necesario para poder atender su ámbito de competencias, que se dividen entre Transparencia, Cooperación y la Inspección General de Servicios.
Aunque desde la conselleria que dirige el alicantino Manuel Alcaraz se le intenta quitar hierro a esta falta de manos, lo cierto es que la situación, de no remediarse, amenza con lastrar uno de los proyectos más emblemáticos de este departamento: la puesta en marcha del Portal de Transparencia, una iniciativa que, de hecho, ya nacerá con retraso.
Fuentes conocedoras del problema cifran en casi 150 las personas necesarias para atender las tres grandes áreas de trabajo de la conselleria algunas de las cuales, como es el caso de Cooperación, se encuentra ya colapsada. Un bloqueo al que habría que sumar el del desarrollo de la Ley de Transparencia, marco en el que se sitúa la puesta en marcha del portal.
Para el subsecretario autonómico, Alfonso Punsel, «el problema de fondo es el déficit, aunque lo cierto es que sólo llevamos tres meses de Gobierno y que todo el mundo hace lo que puede». Por eso confía en que Hacienda, de donde dependen Función Pública, (que es la que ha de crear las plazas o trasladar a los funcionarios), y Presupuestos (que tiene en sus manos la dotación) activen la solución al problema.
El germen
El germen del conflicto se sitúa en el reparto de competencias entre la conselleria de Justicia y la de Alcaraz. La negociación llevó a la primera a ceder una serie de funciones de las que se presuponía que iba a haber no sólo un traspaso de la línea presupuestaria sino que también lo habría de personal, pero al final no ha sido ni lo uno ni lo otro, según aseguran fuentes conocedoras del problema.
Como consecuencia de esta situación se acumulan expedientes sin resolver y, en el caso concreto del Portal de Transparencia, su ralentización.
Baste como ejemplo de la situación en que se encuentra esta conselleria a nivel de personal los cuatro inspectores que hay para 14.000 funcionarios, los 20 que se tienen que hacer cargo de todo el área de Cooperación o los también 20 de Transparencia. Las mismas fuentes señalaron que la plantilla del gabinete técnico, donde debería haber una decena de empleados, se reduce a uno y que el personal de la conselleria va desbordado.
Precisamente la pasada semana el conseller se reunió con los dos fiscales anticorrupción de la provincia, Felipe Briones y Pablo Romero, a los que, al margen de asegurarles que no habría injerencias por parte de la conselleria en la Fiscalía, les pidió colaboración en la lucha contra la corrupción. Alcaraz, según afirmó, pretende crear un clima favorable para que se denuncien aquellos comportamientos dentro de la Administración que, incluso sin llegar a ser corruptos, se puedan catalogar de irregulares.
