El nuevo PP de Bonig arrancó ayer con una vieja promesa de Rajoy: «Claro que haremos un cambio en el modelo de financiación, pero en esta legislatura la idea era recuperar la recaudación. Podemos hacer los modelos que queramos hacer, pero si no hay dinero no se puede repartir la nada. Habrá un nuevo modelo, lo hablaremos entre todos, con unanimidad y no con imposición como hizo el PSOE. Yo voté en contra».

No fue muy concreto, pero el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dejó ayer en Valencia la promesa de cambiar un modelo de financiación que margina a los valencianos. Llega tras una legislatura agónica para Fabra y el PPCV, con las fuerzas de izquierda, hoy en el Consell, denunciando «el maltrato» de la Moncloa. Rajoy, en el tiempo de descuento del mandato, promete ahora cambiar el sistema, una promesa que ya se ha convertido en un lugar común, con continuos aplazamientos y sin fecha a la vista.

Los populares valencianos, al menos, salvaron la papeleta con esas declaraciones. Era un día importante para ellos: la puesta de largo del renovado PP con Rajoy bendiciendo a los nuevos líderes surgidos de la debacle de mayo.

Los conservadores abarrotaron el discreto aforo de la Petxina y el presidente, en su primera visita tras las elecciones y en su primer acto tras las catalanas, convirtió Valencia en la plataforma de lanzamiento de la campaña para las generales. Una cita en la que los votos valencianos son una plaza clave. Tras el via crucis electoral de 2015, Rajoy se la juega y ayer, a diferencia de otras ocasiones, bajó a la arena.

La foto del cambio con Rita y Fabra

El presidente estuvo especialmente cariñoso con los valencianos. Prometió financiación y ungió a la nueva lideresa: «Me voy tranquilo porque en unos meses Isabel (Bonig) se ha ganado la admiración de los valencianos. Tienes fuerza para transmitir sus ideas y determinación para llevarlas a buen puerto. Se ha puesto al frente de los que no se resignan al retorno al pasado. Veo un partido que funciona», aseguró.

Fue una de las claves de una mañana que deja la foto del cambio de ciclo en el PP valenciano. El cartel del nuevo PP (Isabel Bonig, José Císcar, Javier Moliner, Vicente Betoret, Eva Ortiz y César Sánchez) llevaba como elemento adosado al expresidente Fabra. Rajoy resolvió su despedida con un breve: «Gracias, Fabra. Te ha tocado gobernar en el peor momento, tus esfuerzos se van a ir plasmando en el futuro»-. Y también la senadora rasa Barberá, que no se cae de la foto, ahora convertida en símbolo.

Era el arranque de curso y el presidente Rajoy dio un mitin de precampaña, levantando los ánimos del PPCV: «En este tiempo, a pesar de la crisis, la Comunidad Valenciana ha dado un salto hacia adelante como nunca. [...] Este partido ha ganado las últimas elecciones, ha sido el más votado, en un momento muy difícil, el peor, aún así fuimos los primeros porque lo quisieron los valencianos».

«Errores» que no se repetirán

También hubo propósito de enmienda, algo así como un ejercicio de exorcismo de los viejos fantasmas en la epifanía del nuevo PP: «Tenemos que sentirnos orgullosos de lo que hicimos por más que hayamos cometido errores, que jamás vamos a repetir ni aquí ni en ningún otro lugar de España». Rajoy recogía el guante lanzado por Bonig, que minutos antes había pedido literalmente «perdón» por la corrupción.

El presidente esta vez no pasó de puntillas por Valencia. Bajó a la arena política local, con un apoyo cerrado al PPCV por su «defensa de las señas de identidad, la lengua y la cultura, sin ir contra nadie y en convivencia con el resto de España». El sano regionalismo frente al indepentismo catalán, vino a comparar.

Y también cargó contra el nuevo Consell de izquierda. Criticó al PSOE y su «radicalizado líder» que «pacta con los extremismos que campan por España», en referencia a Compromís. Y atacó directamente al PSPV y al partido que lidera Mónica Oltra: «Gobernamos mejor porque nuestras ideas son mejores. Ningún país ha funcionado bien con las ideas de Compromís o el PSPV. No se puede mantener lo público arruinando lo privado. Si arruinas lo privado no funciona ni España ni Venezuela».