El nombramiento de representante de la Diputación en diversos organismos volvió a poner ayer negro sobre blanco el disenso existente entre el gobierno provincial -liderado por el PP y con C's en la sombra- y la oposición. En este caso, tampoco hubo acuerdo y el punto del orden del día salió adelante con el apoyo de populares y de Fernando Sepulcre (C's), la abstención del PSOE y el voto en contra de Compromís y la representante de EU.
La abrumadora presencia de diputados en los organismos -pese a no contar con mayoría absoluta en el pleno de la Diputación- provocó la crítica de la oposición. De los diez organismos que ayer completaron la nómina de diputados en sus respectivos organigramas, en sólo cuatro se nombraron a miembros de la oposición. De hecho, en los cinco planes zonales de residuos ayer a debate, el PP copó todas las plazas con diputados de su grupo.
Por su parte, el SUMA aprobó ayer la modificación de sus estatutos para ampliar la representación y pasando de tres a cinco diputados en el Consejo Rector, de dos a cuatro vocales. Mientras que en el Instituto Juan Gil Albert se designó a dos diputados populares y a uno socialista. Por último, en las fundaciones del ADDA y del MARQ la representación política será mayor, aunque en ambos organismo se excluyó a EU para que el PP tuviera dos asientos y así conservar la mayoría absoluta junto al apoyo de Ciudadanos.
Desde el grupo de Compromís criticaron que el PP contara con mayoría absoluta en la mayoría de organismos pese a no tenerla en el pleno, «que sí ha sido elegido por los ciudadanos de la provincia». El portavoz popular, Carlos Castillo, aseguró que han hecho «el mayor esfuerzo para reproducir la aritmética» y «garantizar» así la estabilidad en esos organismos. Los socialistas, por su parte, subrayaron que su abstención se debía a la inexistencia de «representatividad» ni «proporcionalidad» en los citados organismos.
