No solo los problemas que atraviesa la capital de la provincia, como una deuda millonaria que llevó a que Hacienda interviniese las cuentas, o la toma de decisiones vitales para el futuro de la ciudad, como la difícil negociación para la llegada de Ikea, preocupan a los líderes del tripartito que gobiernan Alicante desde hace tres meses. A Echávarri, Bellido y Pavón también les quita horas de sueño, o eso cuentan desde su respectivos entorno, la situación interna de sus formaciones.
La realidad más compleja, también por la entidad histórica de la formación que lidera, atañe al socialista Gabriel Echávarri, que a día de hoy dirige un PSOE prácticamente paralizado en Alicante. Tampoco se enfrenta a una situación menor Miguel Ángel Pavón, un histórico del movimiento ecologista y de la izquierda que tras años de militancia en Esquerra Unida ha alcanzado el poder municipal tras renunciar a las siglas de su partido en las últimas elecciones en favor de Guanyar Alacant. Por su parte, Natxo Bellido, que tras un laborioso trabajo de base consiguió que Compromís se implantara en una ciudad con escasa población valencianoparlante, encara una inminente «renovación» en su partido. Un «lavado de cara», aunque solo a medias, ya que Bellido pretende seguir al frente de la coalición en la ciudad de Alicante, pero delegar el día a día a otras personas para así poder centrarse más en la gestión municipal sin que por ello Compromís se quede en un segundo plano.
Así que los tres líderes del tripartito no sólo deben gestionar el principal ayuntamiento de la provincia, sino también lidiar con los problemas que se han generado en el entorno de sus partidos.
Echávarri, que el próximo año deberá renovar el liderazgo del PSOE en Alicante, cuenta cada día con más críticos dentro de su formación. Éstos, a su vez, reprochan al ahora alcalde que tenga paralizado un partido centenario y que cada año pierde más y más militantes. De hecho, en las últimas asambleas la asistencia ha sido un tema de capital. En la última, apenas se dieron cita 178 de los 826 afiliados con los que cuenta a día de hoy el PSOE en Alicante. Y eso que se trataba del primer encuentro tras regresar al poder veinte años después. Una cita de presunta celebración que se quedó en un trámite sin poco más.
Esa paralización que atraviesa la formación socialista ha llevado a que un grupo de militantes haya empezado a mover los hilos para construir una alternativa que pueda hacer frente a Echávarri en las elecciones a secretario general previstas para mitad del próximo año. Las diferentes sensibilidades que quieren confluir en una única vía cuentan ya con un posible candidato. César Sampedro, un joven doctor en Historia que renunció hace apenas una semana a su cargo dentro de la Ejecutiva por desavenencias por el propio Echávarri, no descarta liderar la oposición interna al actual líder. Por ahora, ya se han sucedido reuniones para a dar forma a una nueva opción que no pretende «aunar díscolos ni críticos», según explican, sino proponer una «alternativa real de liderazgo». Entre sus objetivos, uno meridiano: apartar «de una vez» a Ángel Franco del PSOE. «No tiene carné, pero sigue siendo el que manda. Franco mueve los hilos de Echávarri e incluso es quien convoca a la gente para las pocas reuniones que se celebran ahora en el PSOE. La organización de la cena de arranque de curso político estuvo a su cargo», relatan desde el sector que se está fraguando con vistas a 2016. Ellos admiten que con Echávarri como alcalde dar un paso adelante «no es valentía» sino «osadía», pero sostienen que el PSOE necesita una revolución para impedir que siga en caída libre, ya que en el pasado 24-M obtuvo su peor resultado histórico, con apenas el 20% de los votos.
En Compromís, aún paseando sonrisa tras las últimas elecciones, el liderazgo de Bellido no está discutido, pero el actual portavoz en el Ayuntamiento quiere renovar la Ejecutiva para poder centrarse más en la acción en el Ayuntamiento. Dos nombres ya están sobre la mesa: Pere García, actual asesor en el grupo municipal, e Ismael Vicedo, miembro destacado de Escola Valenciana. Por la cabeza de Bellido, que a finales de este mes rendirá cuenta ante la asamblea de Compromís, pasa seguir como secretario local pero compartir, y mucho, el protagonismo y el trabajo del partido. La marcha de Manuel Alcaraz a Valencia también ha sido determinante para que Bellido busque «aliados» para la gestión interna, ya que el ahora conseller de Transparencia ha sido durante años la otra «pata» fundamental de Compromís en la ciudad de Alicante.
Sin partido directamente se encuentra Miguel Ángel Pavón, el tercer líder en el tripartito. El vicealcalde, que representa ahora a Guanyar, renunció a las siglas de Esquerra Unida renunció a las siglas de Esquerra Unida con el objetivo electoral de dar un salto que parecía difícil de rebasar por la formación en solitario. Tras conseguirlo, EU se desinfla a diario, tras perder también la representación en las Cortes Valencianas. Tal es así que el propio líder nacional, Alberto Garzón, lleva meses negociando mano a mano con Pablo Iglesias (Podemos) una alternativa sin ningún protagonismo de su formación de cara a las próximas elecciones generales. Si vuelve a ceder la marca, gana enteros la posibilidad de que EU no regrese como marca a una papeleta.
