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Los socialistas sacan pecho

Ximo Puig y Gabriel Echávarri presumen de cargo en el arranque político del PSOE en la provincia

David Cerdán. héctor fuentes

Veinte años después, los socialistas volvían a arrancar un curso político al frente de la Generalitat Valenciana y de los principales ayuntamientos de la provincia. Y eso se notó anoche en la cena celebrada en las antiguas cocheras de tranvías que sirvió para que el PSOE diera el simbólico pistoletazo de salida a un nuevo ejercicio que, a su vez, estará marcado por las elecciones generales previstas para finales de año. El regreso al poder autonómico y municipal tras una larga travesía por el desierto marcó un acto que reunió a unas 2.000 personas y que tuvo al presidente de la Generalitat como protagonista destacado.

El dirigente castellonense, que llegó media hora tarde a la cita, levantó a los socialistas de sus asientos nada más poner pie en el parque. En su intervención, ya de inicio, recordó sin citarlo aquel 24 de mayo, una fecha histórica -pactos de por medio- que permitió al PSOE volver a la primera línea de la política. «Es una noche para dar las gracias», fueron las primeras palabras de Puig desde el estrado. Durante su alocución, la más extensa en una noche en la que hablaron hasta seis dirigentes socialistas, el jefe del Consell volvió a denunciar la infrafinanciación que sufre la Comunidad -«ya está bien de humillar al pueblo valenciano»- y pidió unidad para que Pedro Sánchez devuelva al PSOE a la Moncloa cuatro años después. Y es que las elecciones, pasadas y futuras, estuvieron muy presentes en una noche de emociones. «No está fácil, pero necesitamos que Pedro Sánchez sea el presidente del Gobierno para que haya pensiones para todos y para siempre, para que se financie correctamente la Comunidad y para que el trabajo no sea una mercancía», sostuvo el dirigente, quien también tuvo un recuerdo para los populares: «El PP no busca la centralidad, desea ganar los votos de la extrema derecha». Puig, por último, criticó la política del PP sobre el agua y los trasvases: «Quien más grita no tiene que tener siempre la razón. Nosotros vamos a exigir que se cumpla lo pactado».

Antes de tomar la palabra Ximo Puig, el turno fue para el alcalde de Alicante, Gabriel EchávarriGabriel Echávarri, quien también presumió de cargo y recordó las dificultades atravesadas para alcanzar el poder en la capital de la provincia. «Hoy es fácil estar aquí, pero el año pasado no lo era tanto», arrancó el dirigente socialista, que repasó la actualidad de la ciudad de una manera somera. No habló de Ikea, pero sí transmitió «tranquilidad» a toda aquella empresa que quiera hacer «negocio» en Alicante y no mencionó a sus socios de gobierno -Guanyar y Compromís-, aunque sí recalcó la solidez del ejecutivo local, asegurando que no es un «tripartito» sino un «gobierno compartido». Y además dedicó un mensaje a quienes, según Echávarri, sostienen que el tripartito «no llegará a Navidad»: «¡La lleváis clara!». De lo que sí habló fue de la herencia recibida del PP, de igual forma que Ximo Puig. «El Ayuntamiento era la zona cero. El reto no es hacerlo mejor que los que estaban, sino estar a la altura de las expectativas», añadió Echávarri, quien pidió prudencia a la ciudadanía al recalcar que un exceso de «ilusión» puede «convertirse en ansiedad».

El alcalde de Alicante, pese a la presencia del jefe del Consell, no sacó la lista de peticiones, aunque sí puso en alerta a Ximo Puig: «No es noche para reclamar, pero sabes que te voy a pedir que se equiparen las inversiones en Alicante frente a las de Valencia».

Antes de Puig y Echávarri tomaron la palabra con mayor brevedad el secretario general del PSPV en la provincia, David Cerdán -que tuvo un recuerdo para Leopoldo López, el opositor venezolano condenado a 13 años de prisión-; la alcaldesa de Gandía, Diana Morant, el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y Nora Taj, de las Juventudes Socialistas de la Vega Baja.

Al margen de los cientos de socialistas de a pie que se dieron cita en el parque, también se dejaron ver en zona preferencial dirigentes socialistas como Carmen Montón, Carlos González, Julián López Milla, Ciprià Ciscar, Miguel Soler, Alfred Boix, Herick Campos, Josefina Bueno o José Chulvi, entre otros. Y es que ayer, con el PSOE en el poder, pocos quisieron perderse el arranque del curso político.

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