El presidente de la Diputación, César Sánchez, anunció ayer que no se quedará de brazos cruzados después de que la Generalitat haya asegurado que no le traspasará ni un euro de los 18 millones que se comprometió a aportar por la construcción del Auditorio (ADDA). A la conclusión de su reunión con el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, el presidente afirmó que «intentará que se respeten» las dos declaraciones de intenciones que firmaron el Consell y la Diputación durante la etapa de Francisco Camps y Joaquín Ripoll, respectivamente. «Ese es uno de los temas a tratar durante las próximas semanas, pero puedo anunciar que vamos a reclamar que se cumplan esos acuerdos», resaltó Sánchez. Tal y como adelantó este diario el pasado domingo, la Conselleria de Hacienda se ha desentendido del pago porque la Generalitat nunca adquirió el compromiso en firme.