Ortiz e Izquierdo hablan sobre sus inminentes planes de pasar unos días en el barco del primero con dos mujeres, a las que se refieren como «paquetes».

Aurelio Izquierdo (A): ¿Cómo está usted?

Enrique Ortiz (O): Muy bien, macho. ¿Tú puedes hablar ahora un segundo?

A: Claro que sí. Yo estoy?

O: ¿Tenemos claras las fechas?

A: Vamos a ver, déjame que mire la agenda. El paquete llega aquí... Bueno, el paquete, a ver.

O: El mío está pendiente de que le llame.

A: Llegas el 15 y tú te vas a dejar el barco en Dénia el 15 por la noche, ¿no

O: Sí.

A: Lo que pasa es que yo para llamar a casa, macho, tendría que llamar desde Dénia.

O: Por eso no te preocupes, que no te agobie eso.

A: Vale, no, es que me agobia un poco.

O: No, pues no te agobies porque podemos costear hasta que haya cobertura, llamas y ya luego cruzamos para donde sea.

A: A ver, Enrique, salir por ahí con ellas por la noche va a ser complicado.

O: No, no, no, no.

A: Yo creo que del barco no tenemos que salir.

O: No, no, que no, no. Por supuesto que no.

A: Entonces con dos tías tenemos más que de sobra, tú.

O: Yo lo organizo para que mi paquete llegue el 15. Y tú, en función de cómo lo tengas? Yo, a unas malas, me quedo con los dos paquetes el día 15. Y tú vienes por la mañana si hay algún problema.

A: No, no. Tranquilo, no te vas a quedar tú con mi paquete. Oye, ¿y tu paquete es español o qué?

O: Es portugués.

A: Qué bueno. Oye, qué rico.

O: Es buena chiquita.

A: ¿Es jovencita o qué?

O: Sí [risas]. Sí, sí, sí.

A: Qué cabrón.

O: Te daré una vuelta en la bicicleta.

A: Y otra pregunta. A tu mujer, ¿tú le vas a decir que estás conmigo? Ni de coña, ¿no?

O: No, yo no he dicho nada todavía hasta que no me digas la estrategia. El estratega eres tú.

A: No, yo estoy en Baleares trabajando. No estoy contigo ni de coña.

O: Yo me voy a París o donde sea.

A: Vale, un abrazo.

O: Adiós, guapetón. Adiós.