Con tibieza. Así reaccionó ayer el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ante el nombramiento del nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de la capital, Juan Antonio Gisbert, con quien no le une una relación especialmente fluida. El mismo día que este diario adelantó el nombre del sucesor de Juan Ferrer, el Ayuntamiento de Alicante se limitó a remitir un comunicado a los medios de comunicación en el que ni tan siquiera felicitó al que fuera director de la Oficina del Candidato de Ximo Puig en Alicante durante las semanas previas al 24-M. El escrito lo enviaron los tres socios de gobierno -PSOE, Guanyar y Compromís- y en él reclamaron al economista «lealtad» para relanzar la ciudad. «El equipo de gobierno espera una cooperación leal con la nueva administración portuaria en beneficio de los trabajadores portuarios, y por extensión del interés general de la ciudad, que necesitan un Puerto saneado, diversificado, respetuoso con los valores ambientales, transparente y eficiente para los sectores productivos de nuestras comarcas», razaba la nota.
Este diario intentó ponerse en contacto con el alcalde para que ofreciera una valoración del nombramiento -impulsado por Ximo Puig-, pero desde su entorno remitieron al comunicado de prensa. En él, la corporación señaló que el ascenso del economista servirá «para acabar con la interinidad que reinaba en el Puerto tras el cambio de gobierno en la Generalitat Valenciana» y destacó que la situación que se vivía en la Autoridad Portuaria «no era buena para el futuro de una entidad que debe ir de la mano de la ciudad en asuntos trascendentales para Alicante».
El consistorio también aprovechó el comunicado para censurar la gestión que se ha llevado a cabo hasta ahora en las instalaciones portuarias: «El gobierno municipal espera que con este nombramiento se trabaje en beneficio de toda la ciudad, de forma honrada y decidida, atendiendo a los retos de presente del Puerto, que tienen que ver con su delicada situación económica, la ausencia de un modelo definido de futuro, así como la necesidad de mejorar los controles medioambientales a las actividades que se realizan y que han incidido negativamente durante estos años en la relación del Puerto con la ciudad». Nada más.
El Ayuntamiento remitió el comunicado minutos después de que la portavoz del Consell, Mónica Oltra, ratificara el nombramiento en su comparecencia pública tras el pleno del Ejecutivo. Oltra además eludió pronunciarse sobre la propuesta de la Diputación para declarar una zona franca en el Puerto y emplazó a César Sánchez a reunirse con Gisbert cuando tome posesión.
