Ciudadanos (C's) y Compromís. Esas fueron las dos dianas a las que apuntó ayer el presidente de la Diputación, César Sánchez. A los primeros les afeó su cambio de actitud con los elevados sueldos de la institución provincial, mientras que a los segundos les pidió que sean coherentes y reclamen también un tijeretazo salarial para el presidente de las Cortes, Enric Morera, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó. Ambos pertenecen a Compromís y, al igual que el propio César Sánchez, cobran más que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.

Al primero que disparó Sánchez fue al partido de Albert Rivera. Sólo un día después de que C's emitiera un comunicado en el que reclamaba severos ajustes en las nóminas de los políticos de la Diputación, el titular de la corporación le respondió. «Como máximo responsable tengo que garantizar la estabilidad de la institución. Los ciudadanos quieren estabilidad y certidumbre. Y es muy importante que los partidos no cambiemos de manera drástica de opinión en menos de un mes. Hago un llamamiento al diálogo, consenso y acuerdo», zanjó en las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Alicante, hasta donde se desplazó para reunirse con su presidente, Juan Ferrer.

Esa posible entente deberá sustanciarse la próxima semana en la junta de portavoces que ha convocado Sánchez en la Diputación. Ahí cada grupo plasmará sus propuestas salariales y previsiblemente en el pleno del 16 de septiembre se acordará reducir las retribuciones de los diputados. Pero, ¿en cuánto? Hasta ahora existen dos propuestas. La primera, formulada por Compromís, plantea una reducción del 15%. Esa iniciativa no es nueva. El grupo capitaneado por Gerard Fullana ya la defendió en el pleno de julio, pero el PP y C's tumbaron la enmienda.

La segunda proposición es la que anunciaron el lunes el coordinador provincial de C's, Emigdio Tormo, y el único diputado del partido en la avenida de la Estación, Fernando Sepulcre. Su idea es que César Sánchez recorte su salario de los 90.000 euros actuales a los 67.615 que percibe Puig; que los vicepresidentes cobren 59.000 euros; que el resto de diputados, con o sin competencias, no superen en ningún caso los 57.599 euros que ingresan los consellers; y que los asesores tengan un tope salarial de 40.000 euros. Tal y como adelantó ayer este diario, si esa medida prospera, las arcas de la institución se ahorrarían al menos 315.896 euros anuales. Es decir, más de 1,2 millones durante todo el mandato.

Ahora bien, Sánchez quiere sentarse antes con todos los grupos para negociar. Es más, ayer lanzó un claro aviso a C's: no habrá imposiciones. «Todo lo que deriva de mí, como pueden ser los salarios de la Diputación, son fruto del diálogo, el consenso y el acuerdo. Por eso no es bueno que haya ningún tipo de imposición», sentenció, para poco después añadir: «En la Diputación de Alicante no va a haber imposiciones (con la bajada de sueldos). Va a haber diálogo, pero no imposiciones de ningún grupo político».

El presidente de la institución también quiso salir en defensa del presidente provincial del PP, José Císcar, después de que INFORMACIÓN destapara que está maniobrando para dinamitar el pacto de gobierno con C's en el Palacio Provincial. Sánchez descartó cualquier tipo de injerencia pese a haberse rodeado de colaboradores de Císcar y reiteró que «pocos partidos en la provincia pueden presumir de la unidad que tiene el PP». Incluso afirmó que él sería el primero en darle el aval si decidiera optar a la reelección como «jefe» de los populares alicantinos. «La unidad es tal en el PP que si mañana hubiese un congreso provincial y Císcar decidiese presentarse, el primer aval con el que contaría sería el mío. Y si mañana por la mañana se decidiera quién tiene que ser el presidente de la Diputación, estoy convencido de que el primer apoyo que tendría yo sería el de Císcar», agregó, para acto seguido reafirmar que no se le ha pasado por la cabeza dimitir como presidente.

Desde C's, por su parte, lamentaron la «demagogia» de Compromís y le emplazaron, tal y como hizo César Sánchez, a que defienda también una rebaja salarial para Enric Morera y Joan Ribó.

El PSOE al fin habló ayer de los sueldos. Lo hizo para anunciar que apoyará una rebaja y para denunciar la «parálisis» de la Diputación.