Císcar no está jugando solo la partida de barrer a la actual cúpula de Ciudadanos y conseguir que sea sustituida por otra más «manejable» para él. Dentro de la propia formación naranja cuenta con dos aliados sin peso orgánico pero sí con mucha proyección.

Una de ellas es la candidata a la presidencia de la Generalitat en las últimas elecciones autonómicas, Carolina Punset. La exconcejal alteana, cuyo voto permitió al ripollista Miguel Ortiz gobernar ese municipio en anteriores legislaturas, está enfrentada tanto al coordinador provincial de Alicante, Emigdio Tormo, como al delegado para la Comunidad Valenciana y Murcia, Emilio Argüeso, debido a que ambos no comparten la política radical contra los símbolos de la Comunidad Valenciana que Punset trata de imponer.

El cargo de Argüeso también debe ser renovado este mes de septiembre, por lo que Punset y Císcar han encontrado un interés común.

El otro aliado de Císcar, sobre el papel, es el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alicante, José Luis Cifuentes. Procedente del PSOE, concretamente del sector liderado por el exsecretario general, Roque Moreno, que dimitió de su cargo al estallar el caso Brugal, Cifuentes intenta hacerse con el control del partido en la ciudad, después del fallecimiento del que hasta hace un mes era su coordinador local. También en este caso, los obstáculos para que acceda a ese cargo son Tormo y Argüeso.