La decisión de Císcar de renunciar a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Alicante guarda ciertas similitudes con la salida de Vicente Betoret, presidente provincial del PP en Valencia, del Ayuntamiento de Villamarxant. En su caso, el adiós municipal también vino motivado por el veto impuesto por Ciudadanos, formación que pese a conseguir la «cabeza» de Betoret finalmente acabó por apoyar a la izquierda en el municipio, quitándole el gobierno local al PP. El líder valenciano también es diputado autonómico, al igual que Císcar. Más diferencias guarda el «hoy» de Císcar con la situación actual del presidente provincial del PP en Castellón, Javier Moliner. El actual máximo dirigente de la Diputación de Castellón es, además, concejal en el Ayuntamiento de la capital castellonense, que también está ahora en manos de la izquierda. Moliner, como hizo hasta ahora Císcar, acude con normalidad a los plenos municipales. c. p.