El «experimento» apenas ha durado dos meses. Éste es el escaso tiempo que ha estado el presidente provincial del PP, natural de Teulada, como edil en Alicante, en un Ayuntamiento presidido en la actualidad por un tripartito de izquierdas formado por miembros del PSOE, Guanyar y Compromís. Y es que José Císcar presentó ayer su renuncia oficial al acta de concejal por la capital con el objetivo de «centrar sus esfuerzos» en las Cortes, donde ejerce como diputado autonómico y coordinador general del grupo popular en el parlamento valenciano. O eso argumenta su círculo más próximo.

Así, sólo dos meses después de tomar posesión del acta como miembro del Ayuntamiento de Alicante, Císcar deja su asiento en el Consistorio. Una aventura más que efímera que arrancó con el único objetivo de tomar el mando de la Diputación de Alicante. Ninguna normativa lo refleja, pero la tradición en las filas populares marca que el candidato a dirigir el organismo provincial forme parte de la lista por la ciudad de Alicante. Por ley, basta con que el aspirante sea previamente concejal en cualquier municipio de la provincia, como podría ser el caso de Teulada, de donde es natural Císcar y desde donde dio el salto a la política autonómica tras ejercer varios mandatos como alcalde. Sin embargo, Císcar eligió Alicante, y así acudió como «número tres» de Asunción Sánchez Zaplana a las elecciones municipales, donde el batacazo de los populares les hizo perder el mando en el Ayuntamiento tras veinte años en el poder. Pero Císcar no sólo obtuvo acta como concejal, sino que también mantuvo su sillón en las Cortes, una plaza en la que ahora quiere centrarse, aunque con la vista fijada en las próximas elecciones generales.

Fuentes próximas a Císcar sostienen que el exvicepresidente del Consell en la etapa de Fabra quiere centrarse en su labor parlamentaria, además de «dar paso a gente joven, nueva y preparada» en el Ayuntamiento. Su relevo será Israel Cortés, «número diez» de la candidatura municipal. Licenciado en Derecho y con experiencia en programas educativos, lleva años siendo hombre de confianza de la portavoz del grupo municipal popular, Asunción Sánchez Zaplana. De hecho, fue hace días una de las personas elegidas por el PP para ejercer como asesor.

Con todo, el principal motivo de la renuncia reside fuera de su partido. El veto impuesto por Ciudadanos a que Císcar tomara el relevo de Luisa Pastor al frente de la Diputación dejó sin sentido real su acta de concejal en Alicante. El pulso ganado por el partido de Albert Rivera, pese a tener sólo un miembro en la institución provincial, llevó a Císcar a replantearse las prioridades, que desde entonces se centraron en reflotar al PP provincial tras los resultados del pasado 24-M y en ponerse a trabajar en Valencia con el objetivo puesto en liderar la oposición en las Cortes Valencianas. Fuentes próximas a Císcar admitieron ayer que el «día a día» en el parlamento y en el PP regional ha aumentado con la llegada de Isabel Bonig a la dirección del partido. Además, el ya exconcejal salió reforzado tras la última modificación en el organigrama del PP en la Comunidad, tras situar a sus afines -como Eva Ortiz o José Juan Zaplana- en puestos clave. Y no sólo eso, sino que Císcar tendrá mucho que decir los próximos meses en la confección de las próximas listas electorales. De hecho, no se descarta que aproveche su poder en la provincia para dar el salto al Congreso de los Diputados, sin soltar el mando provincial.