El Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias sufre numerosos desperfectos que impiden su apertura hasta que se reparen. Según un informe del estudio del arquitecto valenciano José María Tomás Llavador del que ha tenido conocimiento este diario, el edificio tiene problemas tanto en el revestimientos exterior como en el interior. ¿Se podría utilizar para un concierto o un abierto de tenis? Se desconoce a día de hoy pese a que el anterior Consell de Alberto Fabra sacó su gestión a concurso junto a l'Oceanogràfic.

El informe fue encargado por Avanqua, la empresa concesionaria que ganó el concurso para su gestión, para asegurarse de la situación del Ágora antes de entrar a trabajar. Este y otro estudio han evidenciado su delicada situación y les hace desconfiar de los usos que pueda tener. De hecho, el pasado día 1 de agosto la firma adjudicataria y el Consell pactaron no asumir todavía la gestión del edificio hasta octubre. En ese plazo la Generalitat deberá aclarar para qué se puede utilizar y fijar un calendario para solucionar los daños en la obra de Calatrava.

El informe recomienda no usar el edificio por los desperfectos que se han detectado. Se trata de problemas en los falsos techos interiores, la existencia de módulos del muro cortina rotos y el mal estado de las puertas de acceso, según el estudio de la estructura, al que se suma otro sobre los elementos mecánicos. Esta situación obligará a la Conselleria de Hacienda a actuar en la adecuación del Ágora para que la concesionaria la recepcione y empiece a trabajar.