Apenas unas horas después de que este diario desvelase que un hijo del exalcalde de Alicante Miguel Valor había conseguido un puesto en el Auditorio de la Diputación (ADDA) sólo dos meses después de las elecciones del pasado 24 de mayo, el afectado decidió ayer renunciar a una plaza que había logrado tras un proceso selectivo que se convocó tres semanas antes de la doble cita electoral y que se resolvió a mediados del mes de julio, pero que todavía no había empezado a desempeñar en las instalaciones.
Fuentes próximas a la familia de Miguel Valor aseguraron ayer que Fernando Valor Climent registrará hoy su renuncia oficial al cargo. El documento, dirigido a los responsables del ADDA, recoge la decisión firme del hijo de Valor de dejar vacante la plaza temporal de oficial electricista. En el breve texto, Fernando Valor esgrime que en el doble periodo de alegaciones, tras confirmarse que había conseguido la citada plaza y que ya ha vencido en el tiempo, no se había recogido ninguna queja. Además, en la renuncia por escrito, el afectado pone en valor sus más de veinte años de experiencia en el sector de la electricidad, con el intento de argumentar así su alta puntuación en el proceso selectivo. Y es que el hijo de Miguel Valor logró un 10 en la prueba teórico-práctica y alcanzó la nota más alta de entre los diez aspirantes en el apartado de méritos y experiencia. Con esas calificaciones, la plaza de oficial electricista fue a manos de Fernando Valor, según quedó constancia en la resolución que se firmó el pasado 17 de julio, casualmente el mismo día en que Luisa Pastor entregaba el mando de la Diputación a César Sánchez. La resolución de ese proceso selectivo, antes de la renuncia anunciada ayer por el entorno de hijo de Miguel Valor, había provocado marejada en el nuevo equipo de gobierno de la institución provincial. De hecho, la Diputación llegó a valorar dejar sin efecto estas pruebas de selección, aunque también se barajó trasladar el asunto al próximo responsable del ADDA, cuyo nombre decidirá Ciudadanos tras el acuerdo de gobernabilidad alcanzado con el Partido Popular en la Diputación de Alicante. Finalmente, no será necesario llevar adelante ninguna de esas propuestas.
En la renuncia por escrito, el hijo de Miguel Valor deja en el aire, con una evidente intención, si su único inconveniente para desempeñar el citado puesto de oficial de electricista en el ADDA es su alto parentesco con el exalcalde de Alicante. «Quizá el problema es mi apellido», desliza Fernando, quien concluye el texto: «No quiero malentendidos». Con esta renuncia a su plaza, que el entorno de la familia Valor asegura que era de una duración de «sólo» seis meses, el hijo del exregidor del PP regresa a las listas del paro.
De haber seguido adelante y desempeñar finalmente su cargo, el hijo de Miguel Valor se hubiera unido a una lista de empleados del ADDA con relación próxima al PP, como un sobrino de Mercedes Torregrosa, concejal popular en San Vicente, o el marido de Marga García-Romeu, exportavoz del gobierno local del PP en Alicante.
Las pruebas selectivas para el puesto en el Auditorio se celebraron apenas unos días después del 24-M, cuando Luisa Pastor ya no contaba con opciones reales de revalidar su posición al frente de la Diputación de Alicante. Miguel Valor fue el único concejal de l'Alacantí, junto a los ediles de San Vicente, que no avalaron a José Císcar en su, entonces, carrera para dirigir la institución provincial.
