La discriminación del Gobierno central a la provincia no se queda exclusivamente en el reparto del dinero para obras. A los 54,4 euros de menos que recibirá cada alicantino el próximo año en relación a la media estatal se une, además, el escaso ritmo inversor del actual ejercicio. El 30 de septiembre de 2014, cuando el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presentó los Presupuestos Generales del Estado para 2015, el PP se afanó en asegurar que el dinero reservado para las comarcas alicantinas iba a crecer en un 68,6% respecto a 2014. Pasaba de 215,8 a 364 millones.
Pero ahora, con el ecuador del año ya rebasado, aquella cifra será imposible de alcanzar. ¿Por qué? Dos son los motivos. El primero, la lentitud del Gobierno para licitar y adjudicar sus grandes proyectos. Los datos de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) revelan que hasta el pasado mes de junio, el Gobierno central sólo había sacado a concurso obras por valor de 36,75 millones en la provincia. O, lo que es lo mismo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy únicamente invirtió en los seis primeros meses del año el 10,09% del total de fondos previstos para todo el ejercicio.
Llegar a gastar los 364 millones prometidos para 2015 es ya una quimera no sólo por esa parsimonia en las licitaciones, sino también porque habrá grandes inversiones que han sufrido un severo recorte presupuestario. Es el caso, tal y como adelantó ayer este diario, del Corredor Mediterráneo y de la línea de alta velocidad a Elche y Murcia. Precisamente, esos dos proyectos fueron los artífices de que la inversión estatal en la provincia creciera en un 68,6% en un solo año. Ahora, sin embargo, se ha producido un tijeretazo en ese apartado. Los 235,3 millones que se aprobaron para esas dos actuaciones durante 2015 han pasado a convertirse en 109,7 millones, según consta en la previsión de inversiones de este año, recogida en el proyecto de presupuestos de 2016. Un 53,3% menos. Por tanto, 125,6 millones han desparecido literalmente de las cuentas. Es decir, que de los 364 millones presupuestados para 2015 en Alicante se gastarán, como máximo, 238,4.
La discriminación que sufre Alicante en las inversiones estatales se extiende también al conjunto de la Comunidad. Es más, Valencia y Castellón salen incluso peor parados. Los últimos datos recabados por Seopan revelan que en los seis primeros meses del año, el Ejecutivo sólo había licitado 52,4 millones en obras en las comarcas valencianas pese a que el presupuesto para la autonomía era de 783,3 millones. Hasta junio, por tanto, sólo habían salido a concurso proyectos por el 6,6% del total de fondos. Y a todo ello se añade que las cifras para 2016, pese a que se han incrementado en más de un 12%, sitúan a la Comunidad lejos del conjunto de España. En concreto, cada valenciano recibirá el próximo años 61 euros menos que la media de ciudadanos del país.
