El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no se ha quedado de brazos cruzados ante la discriminación que sufre la Comunidad Valenciana con el actual modelo de financiación autonómico, aprobado en 2009 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que, en teoría, debía haber expirado el 1 de enero de 2014. Este pasado sábado, el jefe del Consell amenazó con emprender acciones legales contra el Ejecutivo si no corregía ya el expolio que sufren las comarcas valencianas. No iba de farol. Ayer mismo, Puig anunció que ya ha iniciado los trámites para llevar al Gobierno a los tribunales. «Parece que -(Rajoy) dé por bueno lo que supone la marginación de la Comunidad Valenciana y de los valencianos y valencianas. Es evidente que nosotros no vamos a quedarnos con los brazos cruzados y que vamos a continuar con todas las líneas de trabajo previstas. Ya le he encargado a la consellera de Justicia (Gabriela Bravo) que estudie con profundidad las posibles acciones legales contra el incumplimiento de la Constitución y de la Lofca, de la ley que garantiza la financiación de las comunidades autónomas», apuntó tras recibir al presidente del Consell Jurídic Consultiu de la Comunidad Valenciana, Vicente Garrido.

Interpelado entonces por si podía explicitar ya algunas de estas acciones, el presidente de la Generalitat apuntó que «no se pueden concretar porque el encargo fue el sábado». No obstante, apuntó que «esta semana se comenzará a trabajar» en esa línea y anunció que la consellera «ya está haciendo sus grupos de trabajo». Puig además emplazó a Rajoy y Montoro a impulsar ya un nuevo modelo que ponga fin a la discriminación y traspasar así «el muro de la vergüenza».

La presidenta del PP en la Comunidad, Isabel Bonig, cuestionó ayer el posicionamiento del jefe del Consell. «No vamos a permitir la mentira y la demagogia», espetó. Y sobre la posibilidad de que el Consell busque formar un «frente común» con otras comunidades infrafinanciadas, la máxima responsable del PP se mostró «a favor», ya que es algo que ellos hicieron «con Murcia y Baleares». «Parece una cortina de humo porque la izquierda no sabe gobernar sin dinero», añadió.