Satisfacción, al menos de cara al exterior, por los cambios introducidos en el organigrama regional y provincial del Partido Popular. La recién elegida presidenta del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, se mostró ayer más que radiante por las modificaciones de las últimas horas incluidas en la formación, que ha pasado a dirigir tras la salida de Alberto Fabra, quien a partir de ahora se centrará en su cargo de senador territorial. La máxima dirigente del partido, que ayer visitó Alicante para estar presente en la Junta Directiva y Comité Ejecutivo Provincial del PP, resaltó, en concreto, los ascensos de Eva Ortiz y José Juan Zaplana, que ocuparán puestos de responsabilidad en la Dirección del PP regional. «Son dos personas que van hacer una labor fundamental para enfocar unas elecciones generales en las que nos jugamos la senda del crecimiento y nuestro modelo de convivencia. Era necesario que se afrontase una renovación de caras, de discurso, de maneras y de formas. Buscábamos gente joven, que venga de la administración local y con un discurso sin complejos», resaltó al máxima dirigente autonómica del PP, que compareció junto al presidente provincial, José Císcar, tras la celebración de la Junta Directiva y Comité Ejecutivo Provincial en la que se aprobaron por unanimidad los cambios «profundos» propuestos por José Císcar.
Bonig, en su primera visita a Alicante tras su elección, tampoco pasó por alto que dos mujeres ocupen los principales puestos de responsabilidad del PP en la Comunidad, aunque aprovechó la ocasión para criticar a la izquierda por «presumir de la paridad». «Es que algunas personas dependen de las cuotas para estar en política», señaló Bonig, sin decir nombres, pero en un claro ataque a las formaciones de izquierdas.
Objetivos de su liderazgo
La dirigente autonómica también quiso poner en valor, además de los «fichaje» alicantinos del PP regional, al presidente provincial de los populares en Alicante. «El ascenso de Eva Ortiz y de José Juan Zaplana supone un reconocimiento al trabajo realizado por Císcar en una provincia muy complicada como es Alicante», añadió Bonig, quien recalcó que busca liderar un partido que «vertebre la Comunidad», que «regenere la democracia» y que «defienda sus principios y valores».
En su discurso, desde una perspectiva más política, Bonig atacó a los partidos que dirigen la Generalitat, a los que acusó de no tener «programa» ni «proyectos para generar empleo». «Se pasan todo el día quejándose. Ya está bien de no asumir responsabilidades. La Comunidad no se merece este espectáculo», aseguró Bonig, en un mensaje que envió a PSOE, Compromís y también a Podemos, pese a no estar dentro del nuevo Ejecutivo valenciano. Pero Bonig no se quedó ahí, sino que profundizó en su crítica al «tripartito». «Hay que recordarles que sin la parte económica no hay parte social. Han sobrado dos meses para ver que no tienen proyecto. Para ellos no se trata de rescatar personas, sino de repartirse cargos», incidió la dirigente popular, quien concluyó con una defensa a ultranza de su partido: «Nadie ha hecho más por las políticas sociales que el Partido Popular».
Por su parte, el máximo dirigente provincial del PP, José Císcar, mostró públicamente el «apoyo incondicional» de los populares alicantinos a la nueva dirigente regional, además de asegurar que con «estos cambios» el PP «volverá a ser la referencia para los ciudadanos». El presidente provincial también resaltó que las modificaciones en el organigrama no sólo mejoran al partido, sino también a la provincia. «Alicante gana con estos cambios», sentenció el también diputado autonómico, quien resaltó el currículo de Eduardo Dolón. «Es una persona joven, con mucha trayectoria, conoce muy bien la provincia y la estructura del partido, ha sido alcalde de una gran ciudad y además es vicepresidente de la Diputación», resaltó Císcar, quien para terminar admitió que el PP debe tener más visibilidad y estar más presente en los municipios.
