La mejora a los funcionarios, anunciada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, supone un «golpe» más para las maltrechas arcas de la Generalitat Valenciana, ya que el Gobierno que lidera Ximo Puig deberá hacer encajes de bolillos para conseguir la partida necesaria para hacer frente al incremento del 1% de los sueldos de los funcionarios y al pago del 75% de la extra de Navidad de 2012 (que se abonará un 25% en 2015 y un 50% en 2016). En total, este gesto hacia los funcionarios supondrá un impacto económico de 289 millones de euros, que no estaban contemplados en los presupuestos de la Generalitat para los años 2015 y 2016.
Fuentes de la Conselleria de Hacienda aseguraron ayer que el gasto el próximo ejercicio será de unos 214 millones por el aumento del 1% de la nómina de los funcionarios y el 50% de la extra de Navidad de 2012, una cantidad que equivale al 0,2 del PIB de la Comunidad en todo el año, cuando el objetivo de déficit fijado por el ministerio es del 0,3%, según incidieron ayer desde el departamento dirigido por Vicent Soler. En concreto, en el ejercicio 2016, el Consell tendrá que hacer frente al 1% de incremento salarial de los trabajadores públicos, lo que tendrá una repercusión de algo más de 63 millones de euros. En concreto, 51 millones se destinarán a personal funcionario de la Generalitat, 310.590 euros a los empleados de instituciones y 463.850 euros para el sector público Instrumental. Una cantidad que se suma al restante de la extra de Navidad en 2012, un 50%, que a su vez supondrá otros 75 millones de euros.
Estas medidas aprobadas en Madrid, pero que son asumidas económicamente por la Generalitat, obligarán al Ejecutivo de Puig a «buscar disponibilidad presupuestaria», según indicaron fuentes del área de Hacienda.
Pero el impacto económico de la medida anunciada por Montoro no sólo afectará a las arcas en el próximo año, sino que además tendrá incidencia en este mismo ejercicio, ya que la Generalitat tiene que abonar un 25% de la paga extra de Navidad de 2012 de los funcionarios que fue suprimida por el Gobierno central dentro de sus recortes públicos, lo que supondrá un gasto en los presupuestos, tampoco previsto, de unos 75 millones de euros. En este sentido, 53 millones se destinarán para funcionarios de Presidencia y Secciones de la Generalitat Valenciana, 519.970 para instituciones, otros ocho millones para el sector Público Instrumental, mientras que siete millones serán recibidos por los empleados de las universidades y otros cinco millones para los trabajadores de la enseñanza concertada.
Con la medida aprobada ayer en el Consejo de Ministros, finaliza el ajuste que han soportado los funcionarios en sus retribuciones desde 2010, con el recorte salarial del Gobierno de Rodríguez Zapatero, hasta las sucesivas congelaciones salariales y otras medidas de ajuste como la supresión de la paga extra de 2012, la ampliación de la jornada laboral o la eliminación de los días moscosos.
«Dos y dos son cuatro»
Estas mejoras a los funcionarios, debido a la falta de financiación para hacer frente al pago, encresparon ayer a la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, quien exigió al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que se haga cargo del coste en el aumento de las condiciones salarias de los empleados públicos. «Debe ponerse de acuerdo en su doble personalidad y enviarnos el dinero para poder asumir esa subida salarial», señaló Oltra, quien aseguró «compartir» con Montoro la necesidad de esta mejora a los funcionarios, pero que a su vez señaló que la Generalitat «no puede asumir», debido a la infrafinanciación que sufre del Estado. «Tenemos dinero de la financiación para cubrir el 85% de sanidad y educación, pero todo lo que está fuera, y que además forma parte de los derechos fundamentales, está sin financiar», advirtió Oltra durante la rueda de prensa posterior al pleno del Consell de ayer. «Dos y dos son cuatro, y cuatro menos 8, menos cuatro. No hay otra». Y es que Oltra, en su intervención, cargó con dureza contra Montoro: «Me parece muy atrevido que diga que nos pasamos el día lamentándonos cuando hemos tenido un Gobierno que se han pasado el día robándonos»
