Compromís pone tres condiciones muy claras para llegar a un acuerdo con Podemos de cara a las elecciones generales: legalizar la lista directamente con lo que, a su vez, tendría todo el poder legal para disponer de un grupo propio en Madrid al margen de los de Pablo Iglesias; y que su marca tenga una visibilidad que le permita ser la principal de la coalición. Sólo a partir de ese punto y a partir del mes de septiembre, Compromís empezaría a negociar con Podemos una lista y el reparto de puestos de las candidaturas. Da la sensación que, en estos momentos, unos y otros juegan al ratón y al gato a la espera de ver cómo se acaba concretando la alianza y, sobre todo, si las bases, con posterioridad, la acaban secundando en una consulta interna.
Hay muchos obstáculos en el camino. Por ejemplo, un millar de militantes y cargos públicos de Compromís ya han secundado un manifiesto en el que rechazan de plano una entente en inferioridad de condiciones, al tiempo que ponen en valor el potencial de sus siglas, tercera fuerza política de la Comunidad, a 50.000 votos de los socialistas y muy por encima de Podemos. Y, además, por ejemplo, en el caso de Alicante, los de Pablo Iglesias están jugando con el nombre de un «cunero» -Rubén Martínez Dalmau, profesor de la Universitat de Valencia- como posible número uno al Congreso.
La líder de Compromís, Mónica Oltra, se mostró prudente. Aseguró ayer que las negociaciones con Podemos para presentar candidatura conjunta a las generales, previstas para final de año, «avanzan muy satisfactoriamente» y admitió que considera «deseable» alcanzar un acuerdo que permita presentar una «oferta única» que represente el «cambio emancipatorio fuera del bipartidismo tradicional». Oltra, además, se mostró convencida de que ambas fuerzas «tendrán su visibilidad».
Morera, por su parte, se mostró partidario de «tener un grupo parlamentario como Compromís» en la Cámara Baja aunque señaló que «todas las opciones están abiertas» y apostó por «escuchar a las bases» a través de un referéndum. Ayer Oltra garantizó que el diálogo con Podemos «está avanzando muy satisfactoriamente» y confió en poder «presentar una oferta electoral muy atractiva para las Elecciones Generales» que represente «ese cambio emancipatorio que está fuera del bipartidismo tradicional». La idea, matizó, es ofrecer una «oferta única» que pueda «conseguir que toda la inteligencia colectiva y esa fuerza emancipadora que en este momento está emergiendo se presente a las elecciones y consiga un grupo parlamentario valenciano en el Congreso que ponga en el centro la política que los valencianos necesitamos».
