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La Comunidad es la única autonomía pobre que aporta al Estado más de lo que recibe

La publicación de las balanzas fiscales evidencia el expolio que padece la administración valenciana en la distribución de los fondos que llegan de Madrid con un saldo negativo de 1.453 millones y certifica que es la región más maltratada de toda España

La Comunidad es la única autonomía pobre que aporta al Estado más de lo que recibe

La Comunidad Valenciana es la única autonomía pobre con una riqueza por habitante inferior a la media de toda España que, sin embargo, aporta más a las arcas del Estado de lo que luego recibe. En la ruina pero paganos a la caja fuerte de Madrid. La administración autonómica es la tercera con un mayor saldo fiscal negativo anual. Nada menos que 1.453 millones, unos 250.000 millones de las antiguas pesetas. Es decir que, por todos los conceptos e incluyendo desde la financiación a las inversiones pasando por las pensiones, la Comunidad le entrega a Madrid, de acuerdo con los datos sobre las balanzas fiscales actualizados hasta 2012 que publicó ayer el Ministerio de Hacienda, una cantidad muy superior a la que a su vez se le reintegra a sus cuentas.

Sólo cuatro autonomías son aportadoras netas de fondos a las arcas del Estado. Son, por este orden, Madrid con un saldo negativo de 19.015 millones, con una estadística en gran medida alterada por su condición de capital de España con lo que ello supone; Cataluña con 7.439 millones, un dato que alimenta, desde luego, todavía más el desafío soberanista; la Comunidad con los mencionados 1.453 millones de desfase negativo; y, finalmente, Baleares con un déficit fiscal de 1.330 millones. Pero, de esas cuatro autonomías, la administración valenciana es la única que tiene una renta per cápita por debajo en unos doce puntos de la media de España. Un caso «único» de expolio económico hacia una región -no hay otro igual en España- y que, además, se ha venido repitiendo cada vez que se ha publicado el informe con las balanzas fiscales, algo que Hacienda viene haciendo cada tres años conforme a la metodología desarrollada por el profesor Ángel de la Fuente por encargo del Gobierno.

Los datos vuelven a poner sobre la mesa el perjuicio que, en estos momentos, sufre la Comunidad Valenciana y le concede, si cabe, más argumentos al nuevo Consell de izquierda en su línea de ataque para reivindicar en Madrid una mejora de la financiación autonómica. La publicación de las balanzas se produce apenas 24 horas después de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se reuniera con la patronal y los sindicatos para intentar hacer un frente común que le permita reclamar al Gobierno no sólo un cambio en el reparto de la tarta de la financiación sino también ampliar el volumen de inversiones hasta cerca del 11% de los presupuestos del Estado, una cantidad acorde a la población de la Comunidad y, finalmente, reclamar la deuda histórica. Es probable que la próxima semana, cuando se tiene que presentar el nuevo plan de ajuste para el próximo año ante Hacienda, la Generalitat oficialice su negativa presentando un documento que incumpla los topes de déficit de Montoro, imposibles de cumplir con el actual modelo de distribución de fondos.

Estas cuatro autonomías -tanto Madrid y Cataluña como la Comunidad y Baleares- han expresado numerosas veces, de hecho, su desacuerdo con el actual sistema de financiación -caducado desde enero de 2014- y reclaman un modelo diferente. El resto de comunidades presentan saldos fiscales positivos, especialmente Andalucía, con 8.531 millones. El Ministerio de Hacienda señala que para las comunidades receptoras netas -las que presentan saldos fiscales positivos-, los flujos de entrada representan un 5,5% de su PIB, mientras que para las contribuyentes netas, los flujos de salida eran el 5,6% del PIB con los datos del año analizado.

Destaca que el saldo fiscal "tiende a empeorar" según aumenta la renta per cápita, de forma que los territorios más ricos generalmente presentan déficit fiscales mientras que los de menor renta suelen disfrutar de superávit.

Según estos datos, cada madrileño tiene un saldo fiscal negativo de casi 3.000 euros y casi mil cada catalán, cifra que se eleva hasta los 1.192 por cada balear y a 284 por cada valenciano. El siguiente cuadro recoge, por comunidades autónomas, los ingresos fiscales, el gasto público y el saldo fiscal relativo, así como el porcentaje de PIB -en millones de euros-, y los ingresos fiscales, el gasto público y el saldo fiscal relativo per cápita, en euros:

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