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Ciudadanos abre la puerta a más fichajes y aspira a «pescar» en todos los partidos

Militantes críticos atacan a la cúpula de C'S en la presentación de las nuevas incorporaciones

De izquierda a derecha, Fernando Llopis, Antonio Marcilla, Belén González, Emigdio Tormo, Marta Martín, Adrián Santos y el candidato a senador, Luis Crisol. Víctor Miralles

Ciudadanos no ha tenido suficiente con el golpe de efecto que acaba de dar con los fichajes de los dos exconcejales del PP de Alicante Belén González y Adrián Santos; el exedil de UPyD Fernando Llopis; y los catedráticos de Comunicación Audiovisual y de Ingeniería Química de la UA Marta Martín y Antonio Marcilla, respectivamente. Lejos de conformarse, la cúpula provincial de la formación naranja dejó claro que va a seguir por ese camino. Ni siquiera les amedrentaron los reproches de los sectores críticos de la militancia, que incluso en el acto de presentación de los nuevos fichajes celebrado ayer por la tarde volvieron a dejar a las claras que rechazan esta línea. Nada. Ni por esas. Al coordinador provincial de Ciudadanos, Emigdio Tormo, no le tembló la voz: no sólo se va a seguir por ahí, sino que, a más tardar a la vuelta del verano, se presentarán nuevas caras sin pedir el carnet a nadie. No sólo eso. La aspiración es poder «pescar» en todos los partidos, y, además, los últimos cinco fichajes estrella, llegado el caso, incluso pueden servir de «cebo». Así lo repitió no una ni dos veces, alguna más, en una presentación que duró poco más de media hora.

Con la nueva sede de la Universidad de Alicante como escenario, y ante un aforo integrado por medio centenar de personas, Ciudadanos procedía así a presentar a sus cinco nuevas incorporaciones, todas ellas alineadas en una mesa, y flanqueadas por el propio Emigdio Tormo y por el candidato a senador Luis Crisol. Tormo, lógicamente, fue el primero en hacer las presentaciones de rigor, eso sí, dejando patente la filosofía: la intención es abrir el partido a todos los que tengan algo que aportar, evidentemente respetando las líneas rojas de rigor. Nada de «mochilas», vino a decir el coordinador provincial. Ahora bien, ya no sólo es que no se mirará el carnet de la afiliación anterior, sino que están abiertos a todas y cada una de las formaciones. «Por tener, tenemos hasta gente del Partido Comunista», puntualizó.

A partir de ahí, cada uno fue haciendo su particular presentación. En términos generales, el discurso varió bien poco entre unos y otros. Todos se sienten hoy por hoy más identificados con Ciudadanos, más allá de donde vengan, y todos bien a sumar, a aportar su experiencia y a aprovechar también la experiencia de sus nuevos compañeros. Sólo se salió algo del guión Marta Martín, que aprovechó para pedir avales para su candidatura como cabeza de lista por Alicante para el Congreso de los Diputados, aunque incidió, como es lógico en estos casos, en que, de no salir, continuará apoyando al partido. Es la única que aspira a estar en las listas a las generales de los nuevos fichajes.

Se salió del guión Marta Martín, y también Antonio Marcilla, que no sólo admitió que está afiliado al PSOE, sino que avanzó que su intención es seguir como militante socialista. «De momento, nadie del PSOE me ha dicho nada. ¿Por qué me tendrían que decir si soy militante de base?», dejó caer tras el acto. «No te preocupes, mañana -por hoy- te dirán», le respondió en tono irónico Francisco Sánchez.

El resto de fichajes, mientras tanto, fueron tomando la palabra. Para ese entonces, Belén González, sin ir más lejos, ya había aprovechado su intervención para censurar, aunque de forma muy elegante, a su antiguo partido. No mentó al PP, pero tampoco hacía falta. Ya estaba todo dicho sólo con decir que el de Albert Rivera es un proyecto que ilusiona y que «ha sido capaz de comunicar a los ciudadanos el cambio que hacía falta». No obstante, su intención es estar en Ciudadanos apoyando el proyecto, aunque aún no ha pedido el ingreso. «Tendremos que ver cómo va encajando todo», indicó. En cualquier caso, sí ha comunicado ya su baja al PP, coincidiendo precisamente con el goteo de salidas que se ha producido en los últimos días en las filas populares.

Un argumento similar vino a utilizar su compañero de viaje en esta aventura, el también exedil del PP en el anterior mandato Adrián Santos. Otros, como Fernando Llopis, mientras tanto, agradeció las facilidades que se le han dado para entrar en Ciudadanos, pero sin perder de vista que, a día de hoy, es una formación con futuro. «Vengo a aprender de vosotros y, vistos los resultados electorales, voy a aprender mucho más», sentenció el exedil de UPyD.

Fue tras las palabras de Marcilla cuando se hicieron patentes las primeras muestras de censura de los críticos. Sentados en las últimas butacas de la sala habilitada en la nueva sede universitaria de la calle San Fernando, un pequeño círculo capitaneado por el otrora edil del PP de Alicante Antonio Sobrino no ocultó los gestos de sorpresa, impostados o no. Hubo algunos cuchicheos, pero no pasaron a mayores, por el momento. Emigdio Tormo, desde lo alto de la mesa, era consciente de la situación, y aprovechó para quitar hierro al asunto, cerrado el ciclo de intervenciones de las nuevas caras de Ciudadanos. «No sólo no nos importa que Antonio Marcilla esté afiliado al PSOE, sino que va a ser como el caballo de Troya, y acabará por atraer a más socialistas al proyecto, porque somos un partido abierto donde todos pueden aportar», apuntó entre risas.

Su intento fue en balde. Abierto el turno de preguntas, uno de los militantes cercanos a Antonio Sobrino aprovechó para plasmar con sus palabras su malestar, atacando especialmente a Marta Martín. «¿Sabe dónde está la sede en la ciudad de Alicante?», preguntó a la catedrática, que, sin saber muy bien qué hacer, se limitó a contestar que no lo sabía. «Estoy afiliada en Elda, y ahí sí sé dónde está la sede», manifestó la profesora de la UA tras meditar un poco más la respuesta. Al afiliado que se había hecho con el micrófono ya le daba igual la contestación. Su interrogación simple y llanamente era una excusa para cargar contra lo que consideraba una falta de apertura y de democracia interna del partido, en particular en la capital de la provincia. «Nadie nos informa de nada, seguimos sin hacer primarias, y, entre los afiliados, también hay gente enjundiosa a la que no se le ha recibido con tanta enjundia», apostilló en tono muy crítico. «Este partido se basa en las personas y no en las sedes», puntualizó Tormo tratando se cerrar el debate. Tampoco aquí lo consiguió. Otro de los críticos se quejó de que militantes de UPyD hayan dado el paso ahora, y no hace unos meses, cuando Ciudadanos les tendió la mano. «¿Cuál es el problema de que venga gente de otros partidos?», respondió Tormo ya con un disgusto más que evidente. El diputado provincial Fernando Sepulcre trató de salvar los muebles con un minidiscurso con el que lanzaba un capote a los nuevos: «Esperamos sumar más con vosotros». El acto acababa así.

Llovía, sin embargo, sobre mojado. Sobrino ya había hecho unas críticas muy duras hacia las nuevas incorporaciones a través de las redes sociales el lunes. La idea ahora es dar traslado de esos comentarios al secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, para valorar si se le abre expediente disciplinario.

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