Despojada de la rotundidad mostrada en los últimos años en sus intervenciones en las Cortes por su condición de oposición, la líder de Compromís, Mónica Oltra, rebajó ayer el tono de su discurso y apostó por el «diálogo», por un «gobierno más abierto», frente a las últimas mayorías del PP en la Comunidad. Como cabeza visible de la tercera fuerza parlamentaria, socia de gobierno de Ximo Puig tras la firma del «Acuerdo del Botánico» y disputando a los socialistas la supremacía de la izquierda, Mónica Oltra aseguró que Compromís debe ser el «motor» de cambio de la Comunidad tras el resultado de las elecciones del 24 de mayo.
En su intervención, Oltra dejó claro al nuevo presidente de la Generalitat que su apoyo a su investidura de ayer y la decisión de entrar en el próximo gobierno de la Generalitat no es un respaldo gratuito. «No es un cheque en blanco, pero es favorable, y es un apoyo necesario para crear las bases de un nuevo país y nos vamos a emplear a fondo desde el primer momento», aseguró. Y es que la portavoz de Compromís, tras mostrar sus intenciones al inicio de sus palabras, no dudó en recordar el pasado más inmediato de la Cámara valenciana, con las consecutivas mayorías absolutas del PP. «Ya se han acabado el intento del secuestro de las Cortes del Partido Popular. Nosotros hemos trabajado con otros partidos para sacar de la invisibilidad a muchas personas. El ciudadano ha pedido un cambio para llegar al fin de mayorías conservadoras», añadió Oltra, quien tuvo un recuerdo para Esquerra Unida, y para su último líder, Ignacio Blanco. Eso sí, sin nombres de por medio. «Hoy [por ayer] no está aquí uno de esos partidos», señaló la portavoz de Compromís, que puso sobre la mesa la necesidad de cambiar la ley electoral -coincidió con Puig en la propuesta- ya que la actual «pone barreras absolutas».
Pero la líder de Compromís no centró su intervención ni en EU ni tampoco en el PP pese a sus veinte años consecutivos al frente del Gobierno valenciano y la «extrema gravedad» en la que se encuentra la Generalitat, sino que se dirigió principalmente al nuevo presidente del Consell, Ximo Puig. Eso sí, en un tono amable. «Puede contar con nuestra valentía para que saquemos a nuestro estimado país del pozo donde lo han metido, y que lo pongamos en el mapa de la dignidad, de la justicia social y de la transición ecológica», continuó para incidir en el «diálogo» como fundamento del próximo gobierno autonómico.
Oltra también profundizó en la importancia de instaurar mecanismos «más transparentes» en próximo Consell, además de «hacer más política y menos partidismo». Para la portavoz de Compromís, el próximo gobierno del que formará parte su formación debe abogar por las «puertas abiertas», por un espacio «multiplural y rico en matices» y por situar a las personas en el centro del debate autonómico, como ha resaltado durante los últimos meses, con especial incidencia desde la campaña electoral. «Nosotros apostamos por una mayoría parlamentaria sólida, donde las personas estén en el centro».
De hecho, en las palabras de Oltra hubo mucho tiempo para el Estado del Bienestar. «Queremos garantizar los derechos de las personas y acabar con la estafa de la crisis», añadió Oltra, quien dejó ver tu habitual talante con un frase dirigida a los populares. «El Acuerdo del Botánico resulta más estimulante que el Pacto del Pollo», apuntó la portavoz de Compromís, en un recuerdo a la alianza firmada por PP y Unión Valenciana para alcanzar el Gobierno allá por 1995.
En la parte de su intervención que tuvo un corte más social, Oltra mostró su determinación contra los desahucios, la malnutrición infantil y las personas que abandonan tratamientos médicos para poder comer. «Es el momento de abordar la emergencia social. Hay mucha gente que ya no tiene más tiempo», continuó la líder de Compromís, para quien resulta indispensable construir una «red de servicios» que «no deje caer a quienes no tienen recursos». Por ello, recalcó, el próximo gobierno valenciano debe «generar oportunidades» para todas estas personas, sin olvidarse de las «víctimas de las heridas» del anterior Ejecutivo de Fabra, como los dependientes.
Oltra habló de sanidad universal, de apostar por la investigación, de acabar con los barracones, de apoyar la cultura y la transformación ecológica de la economía. «Queremos una economía para que la gente tenga una vida digna», añadió Oltra, quien condicionó -como colofón a su intervención- su apoyo a Puig en el cumplimiento de determinados acuerdos. Entre ellos, la portavoz de Compromís puso el acento en trabajar para que regresen los jóvenes que han emigrado, en una justicia eficaz sin tasas, en una Radio Televisión de calidad y en valenciano, en conseguir una financiación justa y en realizar una auditoría.
Oltra, para finalizar, tuvo palabras para las ONG, en una evidente alusión al caso de corrupción de Blasco, que ha llevado al exconseller a la cárcel. Y es que Oltra no quiso pasar de puntillas por la corrupción que tanto denunció desde la oposición. «Que los culpables paguen», apostilló.
