Podemos marcó distancias ayer con el nuevo presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al que sólo le dio los apoyos necesarios para su investidura, tal y como anunció su síndico durante su intervención, la última de una jornada que arrancó Puig. Es decir, el grupo liderado por Antonio Montiel -firmante del Acuerdo del Botánico, pero que no entrará en el próximo gobierno autonómico- concedió ayer únicamente los ocho votos que necesitaba Puig para conseguir la mayoría absoluta requerida para convertirse en el sucesor de Alberto Fabra al frente del Consell. Así, Puig contó con los 42 votos que suman los diputados del PSPV (23) y Compromís (19), a los que se unieron ocho de los trece parlamentarios de Podemos. En total, 50 «síes», los justos para alcanzar la mayoría absoluta.
El gesto de Podemos no fue baladí. Montiel defendió ayer que el voto a favor de la investidura de Puig de 8 de sus 13 diputados ejemplifica el apoyo «condicionado y crítico» que ha decidido otorgar la formación emergente al dirigente socialista. Podemos optó por que se abstuvieran los cabezas de lista de las tres circunscripciones, entre ellos su portavoz parlamentario, Antonio Montiel, y la alicantina Llum Quiñonero, así como la portavoz adjunta Fabiola María Meco y la diputada más joven, la también alicantina Covadonga Peremarch.
Según Montiel, el nuevo gobierno -integrado por PSPV y Compromís- tendrá a Podemos a su lado «siempre que cumpla la hoja de ruta» marcada en el acuerdo de gobierno suscrito entre el PSPV, Compromís y Podemos en el Botánico. El portavoz de Podemos, Antonio Montiel, avanzó y, posteriormente, justificó la postura de su grupo parlamentario durante su intervención, así que la votación no fue una sorpresa. «Los otros cinco votos y el corazón de los ocho se van a mantener expectantes para estar seguros de que no olvidará el compromiso adquirido con la sociedad valenciana en el Acuerdo del Botánico», manifestó el síndic de Podemos, quien aseguró que el pacto alcanzado por las tres formaciones de izquierdas con representación en las Cortes «no se parece, ni de lejos, al Pacto del Pollo», en referencia al firmado en 1995 por el PP y Unión Valenciana para apartar del Consell a los socialistas.
Así, Montiel, durante su discurso, explicó que Podemos no iba a dar «un cheque en blanco [una fórmula también utilizada por Oltra (Compromís)] y subrayó que «se mantendrá en el trabajo parlamentario del día a día». «Nos tendrá a su lado siempre que cumpla la hoja de ruta», sostuvo Montiel, dirigiéndose a Puig.
El líder de Podemos manifestó ayer que, en las elecciones del 24 de mayo, la ciudadanía «envió un mensaje contundente»: el bipartidismo «se ha agotado», lo que ha supuesto que PP y PSOE han perdido «su posición hegemónica». Por tanto, «las cosas a partir de ahora se harán de otra manera, precisamente porque existe Podemos», que reseñó ayer que ha conseguido llevar a la Cámara autonómica el «lenguaje político» utilizado durante las movilizaciones ciudadanas del 15-M.
El síndic de Podemos prometió al PSPV un apoyo «desde la lealtad» el Acuerdo del Botánico, pero «nunca desde la lealtad en términos de partido, ni de pragmatismo, ni de fórmulas de reducción de derechos de los ciudadanos».
