Un veterano socialista comentaba ayer que en esto de las negociaciones lo más importante es estar asesorado por un lingüista. Lo mismo dicho con otras palabras puede llegar a ser digerido por la contraparte. Algo de eso hay en la negociación del reparto de las conselleries entre socialistas y Compromís. Hay discrepancia sobre la denominación de las conselleries, bautizadas con nombres innovadores por parte de la coalición. En esencia, existe acuerdo entre las partes en que las grandes áreas de gasto social han de repartirse.

Esto es, a un lado ha de quedar la Conselleria de Educación y en el otro Sanidad. Del mismo modo, los departamentos económicos y de relación con los sectores productivos también han de dividirse. Economía, por un lado, y Hacienda, en el otro. En Compromís ya han expresado sus preferencias: Economía, la conselleria de regeneración democrática, que llaman Transparencia (que vinculan a Responsabilidad Social, Participación y Cooperación) y Medio Ambiente y Agricultura, que irían de la mano. Respecto a Educación, no hay consenso en la coalición. El Bloc la considera una pieza irrenunciable, mientras que Iniciativa y otros sectores de Compromís prefieren gestionar Sanidad. Consideran que así evitarían exponer al futuro Consell a las críticas de los sectores antinacionalistas que encontrarían en un conseller del Bloc un flanco para atacar las políticas lingüísticas. Consideran que un conseller socialista impulsaría las mismas líneas de gestión. No en balde, recuerdan, la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià es hija de Ciprià Císcar.

Una fortaleza para el Bloc

Desde el Bloc advierten de que sus socios pretenden en el fondo evitar que el partido de Enric Morera refuerce sus cimientos en un sector, el educativo, del que se ha nutrido históricamente en la larga travesía del desierto del valencianismo de izquierdas. El Bloc tiene en el castellonense Vicent Marzà a su candidato a conseller, mientras que los socialistas postulan a Miguel Soler.

En la próxima reunión del pacto, PSPV y Compromís ya llegarán con las preferencias marcadas. Los socialistas pretenden que Economía ha de englobar Industria, Comercio, Turismo y Empleo. Consideran que la Agencia de Innovación, que es clave para las políticas de reindustrialización, ha de adscribirse a una potente área de Presidencia. Sus socios recelan de que el Palau sea una fortaleza.