Es la tercera vez que Mónica Oltra acude a un acto en el Club INFORMACIÓN, pero nunca como ayer para entender el fenómeno en el que se ha convertido la líder de Compromís tras las elecciones al llenar no sólo el salón de actos del Club, sino también una sala anexa desde la que decenas de personas siguieron su intervención a través de una pantalla gigante, y aún así, hubo gente que no pudo acceder por falta de sitio. Y no todos eran militantes o simpatizantes de Compromís. También respondieron a la invitación al acto empresarios como Antonio Arias, de Vectalia; Antonio Mayor de Hosbec; Luis Perea de Cívica; Cristóbal Navarro de Cepyme y Moisés Jiménez de Copea, así como representantes del comercio provincial. También se pudo ver entre el público al expresidente del PP de Elche, Manuel Ortuño, o a los exconcejales del PSOE Carmen Sánchez Brufal y Pablo Rosser, así como al alcalde de Villena, Francisco Javier Esquembre de Los Verdes, entre otros.

Pero, sobre todo, quienes anoche acudieron a ver a Mónica Oltra eran , además de miembros de Compromís de toda la provincia, simpatizantes de Oltra que, tras escucharla en la campaña electoral quisieron ayer verla en vivo. «Es el azote de la Comunidad Valenciana», señalaban dos vecinos de Rabasa que se autodefinieron de izquierdas, «y que nos gustaría que ella fuera la presidenta de la Generalitat». O Joaquín y Conchi, una pareja de Alicante que aseguraban admirar a Oltra «desde que se enfrentó a Cotino», y destacaban «el aguante y la valentía que ha demostrado esta mujer estos años al enfrentarse a la corrupción como lo ha hecho». Gente como Luisa, que no paró de aplaudir y de aseverar con gestos y con palabras muchas de las afirmaciones de la candidata que fue recibida con gritos de «presidenta, presidenta» cuando accedió a la sala anexa al salón de actos donde, sin leer y en valenciano, se metió en el bolsillo a la mayoría de los asistentes con su naturalidad, su hablar pausado y una imagen como la de cualquier mujer normal y corriente.