Augusto César Tauroni, el empresario condenado por cobrar 416.000 euros en comisiones en el caso Blasco y acusado de ser cabecilla de la trama que desvió 5 millones en fondos de Cooperación, está conectado con el caso Castellano. Tauroni, que sigue en prisión, compró tres avionetas al contratista de la extinción de incendios. Una aeronave la adquirió a Servicios Aéreos y Mantenimiento (SAM), firma del Grupo Avialsa. El empresario pactó como condiciones de la compra de las avionetas modelo Piper PA-34-200 el pago de una parte en el momento de la firma del contrato -a 57.420 euros la unidad- y el resto se tenía que ir abonando en pagarés de 3.000 euros para ser cobrados en la oficina del BBVA de la Plaza del Ayuntamiento. En los tres casos se establecía la opción de que los pagarés suscritos «podrán rescatarse (...) antes del vencimiento mediante el pago en metálico del importe de los mismos». Es lo que sucedió, se iban abonando en metálico y se rompían los pagarés. Una parte del dinero se pagó en virtud de un «contrato B, que será destruido tras el último pago», según se estipula en la documentación que obra en la investigación. f. a.
