Ya hay contactos. Todavía son discretos. Pero los notables del PP en la ciudad de Alicante ya se están moviendo para elevar un aspirante con el máximo consenso a Madrid aspirante que tiene, en todo caso, la última palabra sobre la designación del alcaldable con la potestad de ratificar o de cambiar el nombre que llegue desde la cúpula provincial popular. En este arranque del proceso, que aún se podría alargar en tanto que Génova no tiene todavía una fecha exacta para la elección, el presidente provincial del PP, José Císcar, ya ha abierto una ronda con las cinco Juntas de Distrito, controladas por presidentes afines a la dirección provincial del PP o que estaban con la exalcaldesa Sonia Castedo, para sondear el ambiente. Aunque habla siempre de consenso, Císcar intenta, de alguna manera, un «pacto por arriba» para garantizarse una salida electoral en las candidaturas -el ahora vicepresidente del Consell trata de colocarse en una lista municipal para optar a la Diputación que, incluso, podría compaginar también con la candidatura a las Cortes- y para ello necesita ofrecer la imagen de que tiene un cierto margen de control sobre la estructura local de los populares, algo que, sin embargo y en estos momentos, no es ni mucho menos del todo real.
Ayer por la tarde Císcar mantuvo un segundo encuentro con militantes y cargos de las Juntas de Distrito. Tras la cita que mantuvo el pasado viernes con los afiliados de los barrios del centro de Alicante, la organización que encabeza el edil Luis Barcala -ahora al mando también de la presidencia local del PP por turno rotatorio-, el líder provincial popular se entrevistó con militantes del distrito 4, la zona de las playas. Los cargos populares saben que se ha entrado en los días clave para elegir al candidato a la Alcaldía de Alicante, el relevo de Castedo al frente de la lista. Hubo una sola pregunta sobre el asunto. Císcar explicó que la dirección del PP espera que la designación del candidato a la Generalitat se concrete en el plazo de dos o tres semanas una vez que, inicialmente, se sustancie el nombramiento del aspirante al Consell, algo que está marcado en la agenda popular a partir del 10 de febrero cuando se reúna el comité electoral nacional, que tiene las competencias para los candidatos autonómicos y los de las cabeceras de provincia. Y trasladó que, en cualquier caso, mantiene su intención de consensuar el cabeza de lista con los representantes de cada uno de los cinco distritos.
Cargos locales y destacados militantes del PP consideran que la maniobra de José Císcar tiene como único objetivo llegar a un acuerdo entre altos dirigentes para salvar sus aspiraciones de cara a los comicios. Entienden que se trata, por tanto, de un pulso para reforzarse de cara a la confección de listas y advierten de que, en cualquier caso, no se trata de enviar un nombre a Madrid como elemento de presión sino, todo lo contrario, de aceptar sin reservas el nombramiento que realice la dirección nacional del PP. Apuntan que la situación de los populares en la ciudad de Alicante, tras la marcha de Castedo, ya está bastante complicada como para ahora, además, generar un debate interno. En los movimientos y conversaciones que se han producido hasta ahora, sin embargo, no han salido nombres nuevos. Al margen del alcalde Miguel Valor, cogiendo puntos día a día; están Carlos Mazón, cuyas opciones también crecen; o la consellera Asunción Sánchez Zaplana, que ahora es la más firme apuesta de José Císcar. Y con opciones ya más remotas los concejales Luis Barcala y Carlos Castillo.
