El jueves de la próxima semana tendría que haber testificado la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, de no haber suspendido el magistrado Juan Carlos Cerón las declaraciones que estaba previsto que comenzaran la última semana de octubre con el empresario Enrique Ortiz. Unas comparecencias que ahora tendrá que volver a señalar pero que, a tenor de lo que se afirma en el auto notificado ayer, se fijarán después de que lo hagan tres testigos propuestos por el abogado de Enrique Sanus: el empleado de Ortiz Javier Llorens, un letrado de la mercantil del empresario, Rafael Ballester, y el técnico municipal José Luis Ortuño. Tras estas testificales es de prever que Cerón cite a los imputados. Aún le queda responder a los recursos contra al sobreseimiento que dictó para el exalcalde de Alicante Luis Díaz Alperi y para Ángeles Ureña, actual presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar. M. G.