La caza, como cualquier otra actividad, no es cara ni barata. Depende. Uno puede echarse al monte de su pueblo acompañado por un fiel pointer, braco, bretón o podenco -según gusto- y la escopeta que heredó del padre. O puede enrolarse en una expedición cinegética de fin de semana a un coto de primera, a fincas como El Tochar, en Ciudad Real, a abatir ciervos, muflones o venados que por su excelsa cornamenta y pelaje son considerados medallas de oro, trofeos de máxima categoría. En ese caso, en la excursión hay que sustituir el perro por balas, las escopetas, por rifles y, sobre todo, incrementar el presupuesto.

La contratista de la extinción aérea de incendios Avialsa y su fundación pagaron las piezas abatidas en ese tipo de monterías así como los cotos de caza menor -patos, torcaces y perdices- frecuentados por Serafín Castellano, pero también corrieron con los gastos de la munición y las armas, unos 78.000 euros, como acreditan las facturas aportadas por la armería de Sagunto Peña Armes Esports, cargadas a Avialsa y a la fundación.

«El sr Huerta -dueño de Avialsa- costeaba todos los gastos de las cacerías», subrayó el exdirectivo Francisco Alandí en su denuncia ante Anticorrupción, que ha trasladado a Valencia la investigación de los supuestos favores. Este ex ejecutivo de la empresa acusó a Huerta de cargar a su fundación «regalos a políticos» -entre los que cita a Serafín Castellano- y otros «conseguidores» a fin de «obtener favores (?) para su grupo empresarial». A esas expediciones acudieron como invitados, entre otros, el entonces conseller Castellano, firmante de adjudicaciones por 34,1 millones a Avialsa, o el constructor José M. Pérez Taroncher, amigo del hoy delegado del Gobierno y favorecido por éste en los contratos.

Conceptos disfrazados

Los pagos a la empresa gestora de los cotos, Aprovechamientos Cinegéticos, se abonaron camuflados en conceptos tales como estudios topográficos. El ex directivo de Avialsa denunció también en el Juzgado de Instrucción número 2 de Sagunto que se pagaron cacerías y un rifle Browning semiautomático a Castellano como estrategia para lograr adjudicaciones.

Las facturas de la armería dan pistas. En apenas tres compras realizadas en diciembre de 2007, noviembre de 2008 y diciembre de 2009, divididas en siete facturas, Avialsa T35 y la Fundación Medioambiental Huerta gastaron 77.781 euros en armas para uso de los asistentes, además de cartuchos, balas fundas para carabina, visores, pantalones, chalecos, botas, una canana, unos prismáticos, una silla de caza y otros artículos cinegéticos. En esos años, se organizaron cacerías en los cotos de Castilla-La Mancha Cortijo de Trifillas, Coto la Villa o El Allozo, en cuanto a caza menor, y en el citado El Tochar, de Ciudad Real o La Hedrera, en Penàguila (l'Alcoià), estos dos últimos de caza mayor. En una primera entrega de facturas al juzgado, la armería presentó facturas por importes equivalentes al material para las cacerías, pero se omitió que se trataba de artículos de caza y, en su lugar, se consignó la adquisición de prendas deportivas. Luego, la propia empresa rectificó y confesó al juez que se habían escondido los conceptos reales: «Informo que referente a equipaciones y demás, no se corresponde con las compras realizadas y les adjunto copias de facturas detalladas de las compras efectuadas», reconoció el comerciante.

La factura de mayor cuantía, a nombre de Avialsa, tiene fecha del 26 de noviembre de 2008 y asciende a 25.473 euros. Incluye un visor de 509 euros para rifle Browning o varias cajas de cartuchos. Esa compra se facturó en cinco pagos, cuatro de los cuales llevan fecha del 27 de noviembre. Una de esas facturas, por 9.720 euros, engloba el rifle entregado a Serafín Castellano el día anterior. Se adquirieron otros tres fusiles similares y dos escopetas Beretta. El precio del rifle de Castellano era de 1.861 euros, mientras que las escopetas salieron a 1.965 euros. Las armas fueron abonadas por la Fundación Medioambiental Huerta y Avialsa. El 9 de diciembre de 2009, la empresa de aviones soportó otra factura de 13.612 euros.