La operación Púnica ha obligado al fin al PP a mover ficha con los dirigentes salpicados por escándalos de corrupción. El presidente del partido, Mariano Rajoy, ya ha anunciado que se ha suspendido de militancia a todos los dirigentes implicados en esa causa y a los que utilizaron las tarjetas «black» de Caja Madrid. Pero no se ha quedado ahí. Este mismo martes, el también jefe del Ejecutivo se vio obligado a pedir perdón en el Senado por la multitud de escándalos que han azotado al PP durante los últimos años. Y ayer por la mañana, aún en plena marejada, la dirección nacional del partido dio un paso más. Génova remitió un argumentario a todos los alcaldes con una serie de indicaciones a seguir cuando se les formulen preguntas sobre los casos de corrupción. «La corrupción nos roba el dinero a todos. No permitiremos que nos robe también la confianza». Así rezan las conclusiones de ese documento, al que tuvo acceso ayer este diario.
Ese argumentario recoge, básicamente, las declaraciones que han venido realizando durante las últimas semanas los dirigentes del PP en la Comunidad cada vez que se les ha cuestionado por la situación judicial de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo. Las palabras «contundencia», «transparencia» y «ejemplaridad» han sido una constante hasta ahora. El argumentario, no obstante, va más allá. Sin citar a la primera edil en ningún momento, los populares animan a sus cargos públicos a afirmar que están «doblemente indignados como ciudadanos y como militantes» del PP cada vez que tengan que hablar sobre corrupción.
En ese texto, Génova también presume de transparencia desde que Mariano Rajot accedió a la Presidencia del Gobierno. Ensalza que se han adoptado «medidas inéditas» en España, como el impulso de «la primera ley de transparencia» o «la publicación de sueldos» de los dirigentes políticos, sostiene que «se han regulado las cuentas de los partidos» y subraya que se ha puesto coto «a la financiación ilegal» de las formaciones políticas.
