La polémica por los gastos de la caja fija del Consell centró ayer la sesión de control al presidente Alberto Fabra en el pleno autonómico. Dos bandos muy marcados se enfrentaron dialécticamente, ante la mirada del nuevo presidente de las Cortes, Alejandro Font de Mora, que llegó a pedir «orden y respeto» a los diputados para no transmitir a la ciudadanía una «imagen de gamberrismo institucional». Por un lado, el Gobierno valenciano, con el conseller Moragues al frente, intentó descargar sobre los funcionarios de la Generalitat la responsabilidad de los gastos de los altos cargos desde hace casi una década. En su intervención, Moragues insistió en que los empleados públicos fiscalizan tanto la aprobación del gasto de caja fija como el pago correspondiente, y añadió que las facturas a debate se tratan de gastos «regulares, legales, presupuestados, contabilizados, fiscalizados» y supervisados.
Las explicaciones del conseller, que hizo frente a la mayoría de las interpelaciones relacionadas con la caja fija, no convencieron a los miembros de la oposición. Tanto PSPV, Compromís como EU exigieron ayer conocer los gastos de la caja fija de la Generalitat para que la ciudadanía pueda saber en qué se ha gastado el Gobierno el dinero público.
El portavoz adjunto del PSPV en las Cortes, Rafael Rubio, instó al Consell a pedir que se «devuelva» el dinero gastado de la caja fija. Por su parte, la síndica adjunta de Compromís, Mónica Oltra, preguntó al grupo popular «qué habría pasado» si el dinero de las facturas se «hubiese dedicado a la Renta Garantizada de Ciudadanía». Por último, Marga Sanz, de EU, también se pronunció sobre el uso de la caja fija, afirmaron que «mientras unos comen entrecot [en referencia a uno de los gastos atribuidos a las facturas], el Consell se opone a que los niños en riesgo de exclusión social tengan garantizadas tres comidas al día».
Y es que en la sesión de control al presidente Fabra, los diputados también pusieron sobre la mesa la pobreza que afecta a un número significativo de ciudadanos en la Comunidad. Compromís y Esquerra Unida criticaron con dureza las políticas de «austericidio» del PP, a la vez que pidieron medidas revulsivas contra la pobreza. En su turno, Fabra subrayó que la Generalitat ha destinado 51 millones de euros en durante este año en ayudas directas a personas en riesgo de exclusión social y volvió a recordar que el 90% del presupuesto del Gobierno valenciano se destina a gasto social. Desde Compromís propusieron a Fabra que el Consell deje de gastar de la caja fija durante diez días y así se tendrán «cinco millones de euros para medidas de urgencia».
Gürtel, en el debate
Por otro lado, el presidente Alberto Fabra reivindicó ayer que el Consell «no ha dejado de colaborar con la justicia» y aseguró que «allá donde ha habido un quebranto económico hacia la Generalitat o hacia los valencianos». Frente a la firmeza de Fabra ante una pregunta del grupo socialista sobre las actuaciones para recuperar los fondos «sustraídos» por las tramas corruptas», el portavoz socialista, Antonio Torres, añadió: «No mienta. Sí existe un caso, la pieza número 5 del caso Gürtel».
