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El Consell gastó 577.000 euros al día a través de la caja opaca que no quiere hacer pública

La Generalitat ha desembolsado 1.150 millones a través de la caja fija entre 2006 y 2013, el periodo que el fallo del TSJ que ha recurrido al Supremo le obliga a airear

El Consell gastó 577.000 euros al día a través de la caja opaca que no quiere hacer pública germán caballero

La caja fija, de la que se echa mano para afrontar determinados pagos sin control previo y al margen del presupuesto para su justificación posterior, supone una pequeña parte de los gastos de la Generalitat. El último año, 2013, que coincide con el que menos se recurrió a esta caja opaca, supuso el 3,2% del capítulo de funcionamiento, frente al 8,1% que representó en 2008. Sin embargo, ello no quiere decir que no comporte un importante desembolso económico. Entre 2006 y 2013, los ocho años sobre los que una sentencia del TSJ obliga al Consell a hacer públicas todas las facturas abonadas por caja fija, el Gobierno valenciano consumió en total por este sistema 1.150 millones. A 577.000 euros de media por día hábil de la Administración.

Un volumen suficientemente importante como para encender las alarmas. Si la misma operación se realiza sobre el número de facturas que circulan por esta vía paralela al presupuesto, los tres millones de documentos de pago arrojan una media de 1.506 facturas por día hábil de media en esos últimos ocho años. Y podrían haber sido muchas más. El portavoz adjunto del PSPV en las Cortes Rafael Rubio hizo ayer las cuentas sobre el dinero del que ha dispuesto el Ejecutivo desde 2006 para la caja fija. En la etapa de Eduardo Zaplana la Generalitat elevó en 1998 del 7% al 12% de los gastos de funcionamiento el tope de fondos que podían gastarse con este método, mientras que el máximo por factura se elevó de 12.000 a 18.000. Con esos límites, el Consell dispuso de 2.189 millones para gastar por caja fija, lo que da una media de 1.098.895 euros por día hábil.

La sentencias del TSJ, que el Consell ha recurrido al Supremo para evitar la entrega a Compromís, que es la que acudió a los tribunales, ha puesto el foco sobre esta zona oscura de las cuentas. El grueso del dinero lo consumen los hospitales para comprar medicamentos y atender otros gastos, pero cuando han trascendido facturas de otras conselleries el escándalo ha venido servido. Ahí han aparecido desde pagos de viajes y alojamientos, vitaminas para el presidente Fabra y hasta Huevos Kinder y pechugas Villaroy para algunos altos cargos, pasando por parte de los urinarios y uniformes de la visita del Papa.

En las conselleries hay casi 300 cuentas abiertas para que los cargos habilitados tiren de caja fija. En 2006 la Generalitat gastó por esta vía 165,8 millones; en 2007, 176,7; en 2008, 190,4; en 2009, 182,9; en 2010, 173,9; en 2011, 92,8; en 2012, 85,2; y en 2013, 82,7 millones. Los fondos se reponen de dos cuentas, una del BBVA y otra de La Caixa.

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